La compañía anunció en un comunicado que la suspensión contará desde el 7 de enero y que decidirá dentro de dos años sobre su posible reingreso tras determinar "si continúa siendo un peligro serio para la seguridad pública".
"Esta penalización solo se aplica a nuestros servicios. Trump es y seguirá siendo libre de expresarse públicamente por otros medios. Nuestro enfoque refleja la forma en que intentamos equilibrar los valores de la libertad de expresión y la seguridad en nuestros servicios, para todos los usuarios", explicó la empresa.
Las cuentas de Trump en Facebook e Instagram (propiedad de la compañía) permanecen cerradas desde el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de miles de simpatizantes del expresidente, algunos de ellos armados, y que se saldó con cinco muertos.
Facebook justificó los dos años de suspensión para dar "un tiempo" que sirva para disuadir a Trump y a otros de cometer "tales violaciones graves en el futuro", y que sea proporcional a la gravedad de dichos abusos.
Hace un mes, el consejo asesor de Facebook pidió a la empresa que revisara el veto indefinido al expresidente.
El organismo, creado por la propia compañía para actuar como una suerte de tribunal supremo sobre qué contenidos deben ser eliminados de la plataforma, apoyó los motivos de la suspensión pero consideró que un veto indefinido sería una decisión "arbitraria".
En su comunicado de este viernes, Facebook presentó un sistema de "penas" para castigar el comportamiento de figuras públicas en periodos de violencia o disturbios.
Las penalizaciones van desde un mes de suspensión a dos años sin acceso a las redes sociales del grupo y serán evaluadas por expertos.
"Sabemos que cualquier sanción que apliquemos o decidamos no aplicar será controvertida", explicó la empresa.
"La decisión de hoy será criticada por muchas personas con visiones políticas opuestas, pero nuestro trabajo es tomar una decisión de la manera más proporcionada, justa y transparente posible", añadió el comunicado