WhatsApp también tuvo problemas y en 2019 decidió eliminar cientos de miles de cuentas sospechosas de usar su servicio para difundir pornografía infantil.
La compañía mantiene una política de tolerancia cero a la explotación sexual de menores.
La aplicación, según diferentes análisis, fue señalada de ser, junto a Facebook, uno de los mayores canales de difusión de noticias falsas en tiempos electorales en países como Bolivia, Colombia o Estados Unidos.
Signal, que tiene menos usuarios que las dos anteriores, por ahora no fue señalada de ser usado como un canal para captar reclutas o difundir información mentirosa.
Sin embargo, sí se vio en medio de algunas controversias políticas como cuando se denunció que era la aplicación que el expresidente del gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont usaba para comunicarse con uno de sus aliados durante su intento de declarar la independencia de esa región.
El grupo extremista captaba reclutas desde allí y aprovechaba los chats grupales encriptados para mantener comunicaciones y difundir videos de sus acciones.
Y desde el año pasado se conoce que es una de las plataformas que los grupos de derecha estadounidenses utilizan para divulgar sus mensajes, aunque la mayoría de ellas usan otras aplicaciones que permiten interacciones anónimas para convocar a sus actividades o divulgar teorías de conspiración.
WhatsApp también tuvo problemas y en 2019 decidió eliminar cientos de miles de cuentas sospechosas de usar su servicio para difundir pornografía infantil.
La compañía mantiene una política de tolerancia cero a la explotación sexual de menores.
La aplicación, según diferentes análisis, fue señalada de ser, junto a Facebook, uno de los mayores canales de difusión de noticias falsas en tiempos electorales en países como Bolivia, Colombia o Estados Unidos.
Signal, que tiene menos usuarios que las dos anteriores, por ahora no fue señalada de ser usado como un canal para captar reclutas o difundir información mentirosa.
Sin embargo, sí se vio en medio de algunas controversias políticas como cuando se denunció que era la aplicación que el expresidente del gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont usaba para comunicarse con uno de sus aliados durante su intento de declarar la independencia de esa región.