Por eso, extrañó a muchos que esta semana fuera retirado de las dos plataformas de aplicaciones más importantes en el mundo, Apple Store y Google Play.
Las empresas señalaron que Fortnite incumplió varios de los términos legales que rigen sus tiendas virtuales.
De acuerdo a medios especializados en tecnología, Epic Games introdujo una nueva modalidad de pago en la que ofrecía un descuento del 20% al usuario si utilizaba el desembolso directo disponible dentro del juego en lugar del sistema de pago de Apple o Google.
Con este cobro directo, el desarrollador se evitaba la comisión del 30% que, por ejemplo, Apple factura por cada transacción dentro de los juegos que estén en su plataforma.
“Epic Games habilitó una función en su aplicación que no fue revisada ni aprobada por Apple y lo hizo con la intención expresa de violar las pautas de la App Store con respecto a los pagos dentro de la aplicación que se le exigen a todos los desarrolladores que venden bienes o servicios digitales”, señaló Apple en un comunicado.
Por su parte, Google indicó que aunque el juego fue sacado de la tienda virtual, todavía se pueda instalar en los dispositivos Android.
Al conocer la decisión de Apple y Google, Epic Games contraatacó y anunció que ya inició una demanda contra los gigantes tecnológicos.
Además, acusó a Apple de “ejercer su enorme poder para imponer restricciones irracionales y mantener ilegalmente su monopolio del 100% de los cobros de las aplicaciones que están en sus tiendas”.
Las razones
En 2017, Epic Games, una empresa estadounidense especializada en el desarrollo de videojuegos, lanzó un título que cambió la industria: Fortnite, Battle Royale y Salvar al mundo.
De acuerdo al investigador de la Universidad de Escocia Andrew Reich, “el juego es popular porque ha sido cuidadosamente creado para entregar una experiencia que es muy atrapante“.
Y añade: “Además de que la experiencia es distinta para cada jugador y cambia todo el tiempo”.
Una de sus principales estrategias para ganar adeptos es que se puede adquirir de forma gratuita y no se necesita una consola específica: se puede jugar desde en una Xbox hasta en un celular.
Sin embargo, si el usuario quiere optimizar sus personajes o tener más armas, objetos o “bailes” que le ayuden a mejorar experiencia de juego, debe primero comprar la moneda propia del juego pagando con una tarjeta de crédito.
De esta manera, los desarrolladores lograron recaudar más de US$100 millones en el primer año desde su lanzamiento.
En un principio, Fortnite se podía adquirir de forma gratuita en las consolas de Xbox y Playstation, además de las plataformas de software Windows y Mac.
Después su versión Battle Royale fue incluido en la App Store y más recientemente, en la plataforma Google Play.
Sin embargo, la llegada a esas plataformas no fue fácil.
Epic Games había señalado su reticencia inicial a entrar en estas tiendas virtuales debido al porcentaje que las empresas dueñas se llevan por cada transacción que haga un usuario.
Y el movimiento en contra de esa política de las grandes tiendas, que Epic había hecho pública en distintas ocasiones, tuvo su punto definitivo con la introducción de una modalidad de cobro directo dentro del juego.