Estos datos, descargables en una web accesible para 131 países, revelarán las “tendencias generales de los movimientos en el tiempo y por zona geográfica, en diferentes categorías de sitios, como lugares de ocio, comercios de alimentación, farmacias, parques, estaciones de transportes en común, centros de trabajo y residencias”, según un artículo en un blog del gigante estadounidense.
“Mostraremos las tendencias durante varias semanas” bajo forma de “un aumento o una disminución del porcentaje de visitas”, precisa el artículo firmado por la directora de productos geográficos de Google (entre ellos Maps), Jen Fitzpatrick, y la responsable médica de Google Health, Karen DeSalvo.
“Esperamos que estos informes ayudarán (a los responsables de salud pública) a tomar decisiones sobre la forma de gestionar la pandemia de COVID-19”, explica Google.
“Para proteger la vida privada de las personas, ninguna información personalmente identificable, como el lugar, los contactos o los movimientos de una persona, será puesta a disposición”, asegura el gigante tecnológico.
Para impedir cualquier intento de identificación de una persona en el conjunto de datos, la empresa ha implementado una técnica estadística llamada “confidencialidad diferencial” que agrega “ruido” a los datos en bruto conservando al mismo tiempo estadísticas reales.
Recientemente, se han lanzado diferentes proyectos tecnológicos en el mundo para luchar contra la epidemia, en especial mediante el recurso a los datos de localización de los operadores de telecomunicaciones para prever la propagación del virus y trazar el recorrido de las personas enfermas. También se han creado aplicaciones móviles para alertar a los usuarios si se han cruzado con personas contaminadas.