La respuesta quimiomecánica de estos materiales de hidrogel permite que, a temperaturas inferiores a 30 grados centígrados, los poros estén suficientemente cerrados como para lograr presurización y que no salga agua, en tanto que a temperaturas elevadas, los poros se dilatan para permitir la transpiración.
La idea de esta investigación, a cargo de científicos de la Universidad Cornell y el Istituto Italiano di Technologia, es encontrar una forma de refrigerar esos robots para que puedan funcionar por más tiempo sin riesgo a que se recalienten (Science Robotics).
La idea de esta investigación, a cargo de científicos de la Universidad Cornell y el Istituto Italiano di Technologia, es encontrar una forma de refrigerar esos robots para que puedan funcionar por más tiempo sin riesgo a que se recalienten
“Estos actuadores de sudoración exhiben una mejora del 600% en la velocidad de enfriamiento (es decir, 39.1 ° C minuto ? 1) sobre dispositivos similares sin sudoración”, se menciona en el artículo publicado en Science Robotics.
Los dedos robóticos tienen agua almacenada en pequeñas cavidades que están conectadas con el exterior, mediante unos conductos termo reactivos. Cuando esos conductos, que son de plástico, alcanzan una temperatura determinada, los poros se abren para que salga el agua, logrando que se disipe el calor acumulado. Así funciona este sistema de transpiración robótica.
¿Para qué es necesario que transpiren?
Los robots blandos, que están pensado para desarrollar tareas delicadas como puede procedimientos médicos, suelen estar hechos de cauchos u otros materiales flexibles. La idea de esta investigación, a cargo de científicos de la Universidad Cornell y el Istituto Italiano di Technologia, es encontrar una forma de refrigerar esos robots para que puedan funcionar por más tiempo sin riesgo a que se recalienten.
Este desarrollo permite que el robot baje su temperatura de manera autónoma, sin depender de sistemas de refrigeración externos. Además de liberar agua para enfriar, eventualmente este sistema podría tener otros usos, ya que podría usarse para absorber líquido de su entorno para un posterior análisis.
El problema es que las manos robóticas sudorosas tienen menos agarre. De todos modos los investigadores tuvieron esto en cuenta para establecer el rango de temperaturas sin que afecte el agarre de los dispositivos diseñados.