Según comentó a The Jerusalem Post el director de operaciones de la empresa, Ori Lederman, “la industria automotriz enfrenta su mayor revolución hasta la fecha” que supone muchos desafíos.
Estos, señaló Lederman, incluyen si los problemas de ‘software’ se pueden detectar después de vender el vehículo, si los desperfectos se pueden resolver de manera segura, y si se pueden arreglar sin interrumpir el uso del automóvil.
El sistema inmunitario del cuerpo humano
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de ‘marketing’ de Aurora Labs, Roger Ordman, comparó la tecnología desarrollada por su empresa con el sistema inmunitario del cuerpo humano, “que puede detectar cuando algo no está bien antes de desmayarse”.
“Nuestra tecnología tiene el mismo tipo de enfoque: detectar si algo ha comenzado a salir mal antes de que cause una falla catastrófica, indicando exactamente dónde está ese problema, haciendo algo para solucionarlo y haciendo que funcione sin problemas”, explicó Ordman.
La tecnología de “comportamiento de línea de código” de la compañía es impulsada por el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Además de detectar fallas de ‘software’, permite realizar actualizaciones remotas sin dejar el auto inactivo.
De esta manera, al igual que las actualizaciones implementadas automáticamente por las aplicaciones de teléfonos inteligentes, los fabricantes de automóviles podrán actualizar y mejorar continuamente el ‘software’ que se ejecuta en los vehículos conectados, agregó Ordman.