Varias otras grandes empresas han anunciado su intención de no manejar la libra. La compañía de procesamiento de pagos Stripe dijo que no participaría en el proyecto, así como la página de subastas en internet eBay.
PayPal fue el primero de los grandes socios de la libra de Facebook en retirarse cuando anunció la semana pasada que ya no estaría involucrado.
Facebook enfrentó fuertes críticas por sus planes de crear un sistema privado de moneda que permitiría pagos a través de las fronteras. La Asociación Libra, con sede en Suiza, debía darle al proyecto de moneda una cómoda distancia de Facebook, que no sería la propietaria de la libra.
A pesar de esos esfuerzos, los reguladores financieros, así como miembros del Congreso de ambos partidos, señalaron los problemas de privacidad que surgirían si Facebook controlara la moneda, y han planteado preocupaciones sobre lavado de dinero. Incluso el presidente Donald Trump tuiteó que Facebook debería ser sujeto a las leyes bancarias de Estados Unidos de continuar con el proyecto.
El impacto que tendrá la pérdida de Visa y Mastercard en libra no puede menospreciarse. Ambos tienen un efectivo duopolio de las tarjetas de crédito y débito en Estados Unidos y Europa, y logran importantes avances en los sistemas de pagos de los países en desarrollo. Su acuerdo inicial de unirse a la Asociación Libra le dio al instante legitimidad al proyecto de Facebook. También le daría acceso a Facebook a las redes de Visa y Mastercard, lo que podría haber creado una forma para que los usuarios cambiaran monedas tradicionales a libra.
Sin embargo, ambas empresas aclararon desde el inicio que su interés en la libra era, al menos en parte, mera curiosidad. Ahora parece que la presión política para que Facebook deje el proyecto fue suficiente para convencer a una parte de los miembros originales de que cortaran lazos.
Uber, Spotify y Lyft todavía estaban enlistados el viernes como miembros y ninguno de ellos respondió peticiones de comentario.