Sin embargo, expertos como los de Panda Security hacen hincapié en los riesgos que entraña esta práctica.
Vivimos tiempos de hiperconectividad constante y extrema: la adicción al smartphone nos lleva a consultar el móvil de forma constante -en tiempos de espera y según Kaspersky Lab, lo miramos cada 44 segundos– y las redes sociales son los escaparates de la vida cotidiana en los que millones de personas vuelcan sus impresiones, recuerdos, opiniones y vivencias a través de vídeos, texto y fotografías.
Muchos usuarios deciden compartir su ubicación, una práctica muy peligrosa que puede exponer los datos personales y generar numerosos problemas de ciberseguridad.
Tal y como alertan desde Panda Seucrity, la ubicación se trata de información sensible que a menudo se comparte públicamente en Internet de forma irresponsable, puesto que muchas personas no son conscientes de que las redes constituyen una ventana abierta al espacio público.
Los hackers y el mundo de la informática cada día están más presentes en las ficciones televisivas. Seguro que al momento podemos pensar en alguna serie que trate estos temas, pero si solo se te ocurren una o dos, hemos seleccionado unas cuantas sobre hackers que nos parecen interesantes.
Añadir tu localización en las publicaciones que realizas en redes como Instagram, Facebook, Flickr o YouTube puede conllevar muchos riesgos, especialmente cuando te encuentras de vacaciones o fuera de tu domicilio.
Tu ubicación revela tu paradero en un momento concreto:
Al actualizar tu estado o compartir una foto etiquetada con tu ubicación actual, puedes provocar que la información sea accesible a millones de desconocidos, sobre todo si no has configurado adecuadamente tu privacidad en esa red social. Incluso aunque limites a tus amigos los contenidos que publicas, puedes sufrir un hackeo de tu dispositivo o el acceso a tus redes sociales por parte de ciberdelincuentes que quieren acceder a tus redes sociales.
También revela dónde no estás:
Es por ello que organismos como la Policía Nacional subrayan cada verano la importancia de no compartir en redes sociales fotos, vídeos o post que muestren que no te encuentras en tu vivienda habitual. Por ejemplo, si te haces una foto a miles de kilómetros de distancia y tiene carácter público, estás poniéndole las cosas muy fáciles a potenciales ladrones.
Puedes proporcionar datos sobre tus objetos de valor:
Al hacer fotografías del smartphone -y muchas veces sin saberlo- transmites la ubicación exacta de la instantánea que has sacado, sobre todo si has respondido“sí” a la opción de “registrar la ubicación de las fotografías”, pensada para identificar las fotos durante viajes y visitas. Si fotografías tu hogar, tu garaje o cualquier objeto de valor y además, viene acompañado de la localización concreta, estarás aumentando los riesgos.
Das información de otras personas:
Tu ubicación en redes sociales también puede comprometer la seguridad de las personas que viajan o se encuentran contigo. Todos los riesgos anteriores se multiplican abarcando a las personas que aparecen en tus imágenes geoetiquetadas.
Lo fundamental es desactivar la función GPS en la cámara de tu smartphone o cámara digital.
Puedes configurar tu los dispositivo para permitir que solamente algunas apps como Google Maps o tu aplicación favorita de runing empleen los datos de ubicación. También es importante que revises periódicamente tu configuración de privacidad en tus perfiles de redes sociales y sitios de intercambio de imágenes, para que solo compartas contenido con amigos y familiares.
Por otra parte, no aceptes a desconocidos en redes sociales -ya que podrían acceder a posteriori a información importante o descargar tus fotografías-, y no olvides que la información que compartes en una red social puede estar vinculada a otra y ser reproducida de forma automática. También, y sobre todo en vacaciones, extrema la precaución con las imágenes que compartes y en qué momento las haces públicas. En ocasiones, es mejor esperar a volver a tu domicilio.