Estos datos, recabados por desarrolladores de aplicaciones que trabajaban para Facebook, se encontraban en servidores de la nube de Amazon y se podía acceder a ellos sin contraseña.
Entre ellos figuran fotos, música, datos de amigos, eventos y reservas de vuelos y hoteles. La mayor parte, relativos a cerca de 540 millones de usuarios, habían sido subidos a estos servidores por parte de Cultura Cultiva, una empresa mexicana.
“Los datos de usuarios de Facebook se han extendido más allá de lo que Facebook puede controlar hoy día. Combina eso con el volumen de datos personales en tecnologías de almacenamiento que están mal configurados para permitir el acceso público, y el resultado es una larga lista de datos de usuarios que siguen filtrándose”, indicó UpGuard.
En un comunicado, Facebook indicó que “tras ser avisados, trabajaron con Amazon para retirar las bases de datos” y remarcó su “compromiso de trabajar con los desarrolladores” en la plataforma para “proteger” los datos los usuarios.
Esta exposición de datos sin control ocurre después de que el año pasado Marck Zuckerberg, presidente y cofundador de la compañía, asumiera ante el Senado de EE.UU. la responsabilidad por la filtración masiva de datos a la empresa Cambridge Analytica, y asegurara que la seguridad es una prioridad de la empresa Facebook es, con diferencia, la red social más usada en el mundo, con 2.000 millones de usuarios mensuales.
Además, la empresa es propietaria de la popular aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, y de Instagram, que permite compartir imágenes y es muy usada entre los más jóvenes.
La inmensa cantidad de datos de usuarios que la compañía maneja a diario han llevado a varias voces de la política y de la sociedad civil en todo el mundo a cuestionarse si la empresa ha alcanzado niveles de poder “excesivos” sobre la privacidad de las personas.