La popularidad de los medios sociales basados en fotografías y de los filtros utilizados para un rápido retoque de los selfis ha impactado en la demanda de los servicios de cirugía plástica. Según revelaron expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston este 2 de agosto en un artículo, no solo se trata de una tendencia de moda, sino de una obsesión.
El conocido trastorno dismórfico corporal, que se manifiesta cuando las personas están preocupadas más allá de lo normal por algún supuesto defecto o falta de perfección, adopta ahora en muchos jóvenes una nueva forma y dimensión: la "dismorfía Snapchat". Precisamente esta aplicación, y también Facetune, están detrás de la "nueva realidad de la belleza" y del cambio en la demanda que denuncian los especialistas.
Antes la mayoría de los potenciales pacientes solicitaban una rinoplastia, algo que implica retocar y "afeitar" el puente de la nariz, recordó la coautora del ensayo y directora de un centro dermatológico, Neelam Vashi, en declaraciones al sitio web Inverse. Ahora piden aumentar el tamaño de los labios o de los ojos, reordenar las proporciones del rostro, hacerlas más simétricas, tratando de imitar lo que muestran los filtros de Snapchat.
"La gente trae fotos de sí misma en ciertos ángulos o con ciertos tipos de iluminación", explicó. Algunas de esas imágenes difieren considerablemente de la realidad, y generan en los pacientes jóvenes "expectativas poco realistas", porque "tratan de parecerse a una versión fantaseada de ellos mismos". Son de antemano proclives a esa clase de pensamientos obsesivos, y el atisbo de "perfección" que les ofrecen estas aplicaciones los impulsa a actuar.
"Ha habido trabajos que sugieren, respecto a la cirugía plástica inducida por las redes sociales, que las personas llegan a valorar y relacionar las imágenes idealizadas que crean en las redes sociales con su cuerpo real", explicó la investigadora Kaylee Kruzan, de Social Media Lab, instituto de la Universidad de Cornell. A continuación, "se esfuerzan para alcanzar estándares "ideales" a través de la modificación corporal".
Las plataformas de medios sociales impulsan a los usuarios a que perciban y valoren sus cuerpos desde el exterior, algo que puede "llevar a la cosificación del cuerpo", estimó la experta. Esta práctica, en su opinión, afecta la salud y el bienestar mental.
(Fuente: RT)