Señala publico.es que Mark deja sin responder una serie de dudas importantes y razonables:
Mark-Zuckerberg
¿Por qué Facebook no hizo prácticamente nada para comprobar si los datos que manejaba Cambridge Analytica habían sido eliminados en 2015?
El fundador ha contado en su post oficial que eliminaron en 2015 la aplicación del investigador de la Universidad de Cambridge Alexandr Kogan, que había estado recabando desde 2013 información para fines académicos de cerca de 300.000 usuarios y, debido a la configuración de Facebook por aquel entonces, tuvo acceso a datos de decenas de millones de cuentas.
Cuando Facebook se enteró por la prensa británica de que Kogan había proporcionado esos datos a la consultora Cambridge Analytica, pidió a ambas partes que certificaran que habían borrado esos datos.
Según Christopher Wylie, que trabajó en Cambridge Analytica y ha sido quien ha revelado toda esta historia, esa “certificación” es dudosa: “No hicieron absolutamente nada para comprobar que la información había sido borrada. Sólo me pidieron que rellenase una casilla en una formulario y que lo mandara de vuelta”. Aclarar este aspecto sería vital para recuperar la confianza de los usuarios.
¿Existen otros datos, además de los utilizados por Cambridge Analytica, en manos de ésta u otras consultoras o empresas que los usan con una finalidad diferente a la que consintieron los usuarios de la red social?
Según las respuestas del fundador de Facebook, parece que este tipo de prácticas sólo se reconocen si saltan a los titulares, bien gracias a profundas investigaciones periodísticas, bien en virtud de la actividad de los llamados whistleblowers o personas que, desde dentro, denuncian situaciones de este tipo.
Naturalmente, nuestros datos sí viajan por ahí, sueltos, por las redes. El propio Zuckerberg reconoce que antes de los cambios introducidos en la gestión de datos privados de cada perfil en 2014 los desarrolladores de aplicaciones tenían acceso, por ejemplo, a datos no sólo de quien instalase una app sino de su red de “amigos”, sin necesidad de su consentimiento.
Sería bueno que Facebook aclarase este punto con la mayor transparencia posible.
¿Por qué la compañía amenazó en primer lugar con acciones legales a los periodistas que han destapado este escándalo?
Mientras que la primera reacción de Facebook fue ampararse en que no se trata de una “filtración” de datos, la periodista que entrevistó en primer lugar a Christopher Wylie y destapó este caso, Carole Cadwalladr, contaba las amenazas con acciones legales recibidas por la única razón de hacer su trabajo.
Quizá no sea la mejor manera de afrontar una crisis por parte de la compañía.
¿Cómo va a recuperar el control de los datos que antes de 2014 eran accesibles a terceros desarrolladores?
Zuckerberg ha prometido “investigar todas las apps que han tenido acceso a una gran cantidad de información” anteriormente a esa fecha. Obligarán a los desarrolladores a someterse a “auditorías exhaustivas”. Pero no ha especificado cómo, ni quién, ni dónde se realizarán (hablamos de una compañía cuyo mercado es global), ni tiene en cuenta que esos datos pueden ser revendidos o trasferidos.
¿Y cómo va a recuperar el control de los datos de los usuarios de la red social que siguen disponibles hasta ahora?
La compañía permitía por defecto hasta ahora trasvasar una serie de datos a terceros desarrolladores, más allá del nombre, foto de perfil y cuenta de correo electrónico solicitada.
Si bien los usuarios tienen la posibilidad de decidir qué datos se ceden a terceros desarrolladores, el acceso a esas herramientas de control puede ser complicado para un gran número de personas que bien desconocen que existe esa opción, bien no la encuentran, o bien no les preocupa.
Ahora estas herramientas serán más accesibles y estarán más visibles, pero ¿qué va a pasar con esos datos que se han cedido sin consentimiento expreso hasta la fecha?