“Calor” es el nombre de esta aplicación creada por Faith Florez, una joven de 17 años natural de la ciudad californiana de Shafter y procedente de una familia de agricultores de la zona.
Su iniciativa pretende prevenir los efectos del sofocante calor en los campos como el del Valle Central de California, una situación que a Florez le afecta de cerca: su bisabuela falleció a causa de las malas condiciones en los campos, “aún vigentes hoy en día”, según la joven.
En Estados Unidos, al menos cuatro trabajadores agrícolas mueren al año debido a afecciones provocadas por el calor, unos datos que evidencian la necesidad de concienciación de los peligros de trabajar con temperaturas superiores a los 95 grados Fahrenheit (35 grados centígrados).
Esta es la temperatura límite -avalada legalmente- a partir de la cual las alertas de “Calor” se activan para que los trabajadores se retiren a la sombra para descansar y beber agua.
Asimismo, la aplicación incluye vídeos, artículos y cuestionarios para formar a los trabajadores sobre su propia seguridad laboral, y también dispone de un sistema GPS para localizar al agricultor en caso de emergencia, informó Latina Legacy Foundation, que patrocina el proyecto.
Como parte del programa piloto, en verano de 2018, granjeros y contratistas de California han acordado entregar relojes Apple a los trabajadores agrícolas al iniciar la cosecha.
A pesar del coste de suministrar estos relojes inteligentes, Florez cree que los granjeros se beneficiarán de reducciones en las primas de los seguros gracias al menor riesgo a los que se verán expuestos sus empleados.
Tras un año de reuniones con granjeros, contratistas, agricultores y reguladores estatales, Florez busca ahora la financiación necesaria a través de una campaña de “crowdsourcing” (sistema de microaportaciones porque el que múltiples y pequeños inversores financian un proyecto creativo a cambio de las más diversas retribuciones) en “Start Some Good”.
Su objetivo es convertir la actual aplicación web en una aplicación para Apple Watch.
El proyecto confía en reunir 60.000 dólares mediante donaciones para que “trabajar y tener salud no sean antónimos”.