La ANFR ha analizado 141 teléfonos móviles para determinar la tasa de energía de radiofrecuencia que absorbe el cuerpo humano en el uso de estos dispositivos, con el objetivo de evaluar si cumplen los límites de la tasa de absorción específica establecida por este organismo, consdierada como segura.
El análisis tiene en cuenta el contacto táctil a una distancia de 0mm para esta tasa, es decir, pegado a las extremidades del usuario cuando lo tiene en la mano o guardado en el bolsillo del pantalón; y a una distancia de 5mm del cuerpo, con el móvil guardado en el bolsillo de una chaqueta o en un bolso.
El organismo encargado de este análisis ha alertado de que iPhone 12 supera los límites establecidos al menos en una de las dos pruebas, como recoge en una nota de prensa. Así, si el límite máximo para la distancia de 0mm es de 4 vatios por kilogramo (W/kg), el dispositivo de Apple se sitúa en 5,74 W/kg. En el otro análisis no incumple la normativa, que establece el límite en 2 W/kg.
Como consecuencia, la ANFR ha exigido la retirada del mercado de iPhone 12, al menos hasta que la compañía tecnológica Apple corrija los valores de radiación en la distancia 0mm con las extremidades del usuario. Esta petición se hizo efectiva el lunes, como anunció el ministro francés de Transición Digital y Telecomunicaciones, Jean-Noël Barrot.
iPhone 12 se presentó a mediados de octubre de 2020. Se convirtió en el teléfono móvil 5G más vendido ese mes, acaparando, junto con el modelo de su misma familia 12 Pro, una cuarta parte de las ventas globales de dispositivos 5G en dicho mes, según datos de Counterpoint.