Al concluir la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA celebrada en la ciudad de Santiago (norte de República Dominicana), el ente regional hizo suyo el “urgente” llamamiento que, al inicio del cónclave, formuló el Ejecutivo dominicano a la comunidad internacional para que se atienda la “grave crisis” que atraviesa Haití.
En el documento final de la reunión, los Estados que conforman el SICA expresaron su “preocupación por la grave situación que afecta a la República de Haití, en los ámbitos económico, social, político y humanitario, que obstaculiza el desarrollo de sus instituciones y ciudadanos».
En ese orden, solicitaron a la comunidad internacional poner en marcha “acciones y esfuerzos conjuntos” para hacer viable una respuesta “duradera” y “sostenible” en Haití.
CRISIS CLIMÁTICA Y BIODIVERSIDAD
Destacaron, por otra parte, la participación de Centroamérica y República Dominicana en la Convención Marco de Cambio Climático celebrada en la localidad egipcia de Sharm el Sheij en noviembre pasado, en la cual la región reafirmó su compromiso de promover una agricultura más competitiva, inclusiva, sostenible, baja en carbono y adaptada a los efectos del cambio y la variabilidad climática.
Al respecto, ponderaron los esfuerzos regionales realizados para contribuir a la gestión del riesgo, la reducción de vulnerabilidades y el impacto de desastres en los países miembros del SICA, particularmente ante las consecuencias de los huracanes Julia, Fiona, Lisa y los demás fenómenos climáticos que han afectado a la región estos meses recientes.
La declaración final plantea la necesidad de desarrollar mecanismos que aseguren una distribución “justa” y “equitativa” de los beneficios derivados de la biodiversidad, reconociendo los aportes que los pueblos indígenas y afrodescendientes de la región del SICA, así como las comunidades locales, realizan, mediante sus conocimientos tradicionales, para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
SEGURIDAD Y MIGRACIÓN
La cumbre del SICA también aprobó la implementación de acciones dirigidas a la prevención de la violencia en todas sus manifestaciones y alentó los esfuerzos internos en la revisión y actualización del Marco Estratégico para la Prevención de la Violencia (MEPV), que se adopta como instrumento orientador al respecto en la región.
En lo relativo a la migración, los países se comprometieron a continuar trabajando en la consolidación de estrategias integrales y sostenibles, reconociendo que las respuestas “a nuestros desafíos podrán ser efectivas” en la medida que se cuente con la información oportuna como fundamento para la toma de decisiones de los órganos competentes del SICA.
La cumbre agradeció a la Unión Europea (UE) la asistencia técnica que ha brindado al Plan de reactivación económica regional, que atañe aspectos económicos, de transporte y de salud.
En el encuentro regional participaron los presidentes de República Dominicana, Luis Abinader, y de Costa Rica, Rodrigo Chaves, así como el primer ministro de Belice, John Briceño, país que asumió al término de la cumbre la presidencia pro tempore del SICA durante los próximos seis meses.
También estuvieron los vicepresidentes de El Salvador, Félix Ulloa, y de Honduras, Renato Florentino Pineda; el presidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), el panameño Amado Cerrud Acevedo, y el máximo responsable del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el hondureño Dante Mossi.
El SICA, fundado en 1991, está integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Honduras, Belice y República Dominicana como miembros de pleno derecho, mientras que México, Estados Unidos, Grecia y otros países tienen la categoría de observadores regionales.