Mientras los restos del joven reportado desaparecido desde hace un mes se descomponía y el mal olor inquietaba a los vecinos, el hombre identificado como Francisco Javier García Quezada (Antony), de 32 años, hacía su vida de manera normal en su apartamento del tercer piso, donde residía junto al niño, desde que quedó a su cuidado cuando se separó de su esposa hace más de un año.
Las personas que compartían la vecindad, ubicada en la calle tercera del sector San José, del kilómetro 7 de la Carretera Sánchez, dijeron a Diario Libre que desde hace más de dos semanas empezaron a sentir un fuerte mal olor y pensaron que se trataba de ratones muertos, pero al no hallar nada decidieron limpiar el poso séptico, sin embargo, la pestilencia persistía, hasta que ayer el acusado fue llevado al lugar por la Policía, lo que causó gran sorpresa entre todos.
"Vecina cometí un error", dice Mayra Rojas que fueron las únicas palabras que le dijo Antony al ser quedar detenido por los agentes, y que cuando le preguntó qué ocurría, este le respondió: "Me da vergüenza", y bajó la cabeza.
La consternación por el hecho es notoria entre los residentes en el lugar, quienes explicaron que al apartamento de García Quezada subían muchos niños, porque el tenía videojuegos, pero desde hace un tiempo no permitía que nadie entrara al baño ni a una habitación que permanecía cerrada.
Otros vecinos dicen haber escuchado una discusión en el apartamento, pero no recuerdan cuando ocurrió exactamente y no le prestaron atención al incidente.
Jesús Cuevas fue reportado desaparecido el 6 de octubre, y desde entonces sus familiares habían pedido a la población información de su paradero y reclamado a las autoridades su búsqueda.
El cuerpo de Cuevas está en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y se espera informaciones oficiales de la Policía Nacional sobre la causa de su muerte.