Con el tema “La encrucijada de la educación en América Latina y el Caribe”, el estudio señala que estos resultados expresan dos desafíos primarios vinculados al desarrollo de los aprendizajes en los primeros años de la educación primaria: en primer lugar, cerca de la mitad de los estudiantes de nivel primario no logran alcanzar los niveles de aprendizaje esperados, que en estos grados se enfocan sobre todo en el desarrollo de la alfabetización inicial y de operaciones matemáticas básicas.
54,6 %
Aprendizaje de los estudiantes de tercer grado alcanza los niveles mínimos en lectura, y el 50,9 % en matemáticas.
Por otro lado, indica que, al analizar los cambios en el tiempo de los países que participaron en ambas evaluaciones, se reconoce la ausencia de mejora, e incluso un descenso en lectura.
Estos valores son promedios simples de los países con información disponible en las tres evaluaciones: SERCE 2006, TERCE 2013 y ERCE 2019. Estos países son Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
De acuerdo a los datos, en sexto grado, el porcentaje de estudiantes que alcanza el nivel mínimo de competencia es de 31,3% en lectura y el 17,2% en matemáticas.
“Estos valores son más bajos que los observados en tercer grado, lo que revela un problema muy grave en la progresión de aprendizajes a lo largo del nivel primario: menos de una tercera parte finaliza la educación primaria adquiriendo las competencias mínimas”, se resalta.
Se explica que en la evaluación TERCE de 2013, estos resultados eran del 27,9 % y 15,2 %, respectivamente, lo que indicaría una leve mejora para el conjunto de países que participaron en ambos relevamientos.
“Los resultados alertan sobre el estancamiento de los aprendizajes en niveles que están muy por debajo de los objetivos previstos, como lo advierte el LLECE (Unesco OREALC, 2021e). Incluso sin considerar el impacto de la crisis educativa ocasionada por la pandemia de la COVID-19, la región está lejos de alcanzar las metas establecidas para 2030, no solo por los bajos niveles de aprendizaje, sino por la ausencia de mejora en el último quinquenio”, señala el informe.
Los docentes y el empleo
El informe regional advierte que, en Guatemala, México, República Dominicana y Uruguay, la proporción de docentes de aula que trabajan en más de una escuela aumentó en el último quinquenio y en los dos últimos casos, este movimiento fue acompañado por una marcada reducción del tiempo promedio dedicado a una institución escolar.
En promedio, en los países de la región el 15 % de los docentes de aula de nivel primario trabajan en más de una institución, y cerca de la mitad dedica más de 30 horas semanales a una escuela. Este porcentaje se ha incrementado en los últimos años
Se explica que estos dos cambios simultáneos pueden estar asociados a una modificación en los criterios de designación de docentes en las instituciones. En el resto de los países, las proporciones de docentes que trabajan en más de una escuela son muy bajas, y el promedio de horas dedicadas a la institución es alta, lo que da cuenta de una mayor concentración de dedicación laboral docente en una sola escuela.
“Otro aspecto relevante a monitorear es la concentración de horas de trabajo en una institución escolar. La posibilidad de que los docentes posean una dedicación laboral exclusiva en una institución escolar no solo contribuye a mejorar las condiciones de trabajo y evitar el esfuerzo de movilización entre escuelas, sino que también impacta de múltiples maneras sobre una mejora de los aprendizajes: favorece la conformación de equipos docentes y la construcción de articulaciones de propuestas pedagógicas entre años de estudio y áreas.
Agrega que, si bien este aspecto suele ser más crítico en la educación secundaria, una mirada sobre la primaria permite una aproximación a los cambios acaecidos en el tiempo y las diferencias entre países.
Meta 2030 lejos tras COVID-19
El informe destaca que el cumplimiento de las metas previstas para el 2030 no estaba asegurado antes de la pandemia de la COVID-19 y mucho menos lo está en el presente tan difícil que atraviesa la región y el mundo.