“Cuando vine a darme cuenta del fuego ya yo estaba arropadojunto con Germán Rodríguez (interno de gravedad por quemaduras) y mi tío Josédel Carmen (fallecido)”, comienza Danny Concepción a narrar sobre el traumaque vivió dentro de uno de los cuartos del edificio del Canal del Sol, que seincendió la tarde del miércoles.
La mañana de ese día, José, de unos 77 años, le había pedidoa su sobrino que fuera su asistente y que lo apoyara con unos trabajos depintura y soldadura que debía realizar en el inmueble de tres niveles. Élaccedió. No era la primera vez que realizaban trabajos en conjunto y para laplanta televisora.
Cerca de las 2:00 de la tarde, están los tres (José, Danny yGermán) realizando las labores: “No me doy cuenta si hay muchas personas enlos estudios que están en el segundo nivel”, aclara, pero dice que ahí estabaél… pintando unos tubos metálicos dentro de uno de los cuartos, mientrasGermán y su tío unían otros materiales metálicos.
Al cabo de una hora, se percata, junto a José y Germán queel edificio está en llamas y es cuando tratan de salir del estudio donde seencontraban.
“Cuando salí, me vi arropado por el fuego, agarré elextintor, pero ya no había tiempo. Lo solté y la puerta, sin seguro, se sellópor la presión de la candela”, cuenta.
Justo en ese momento empezó el conteo regresivo, la ansiedady la desesperación. Tenía que idear un plan y salir de las cuatro paredes,que no tenían ninguna ventilación.
Inicia el “plan rápido”
Mientras las llamas se expandían afuera de la habitación, el humo penetraba einundaba el cuarto, relata Danny. Germán y José trataban de mantener la calmay ofrecían alternativas de escape.
En ese momento, escuchan los gritos y lamentos de algunos empleados(hombres y mujeres) que no terminaban de salir de las instalaciones del Canaldel Sol. Se sentían atrapados.
Clamaban auxilio y pedían ayuda por la parte trasera a losresidentes del barrio La Yuca, que queda detrás del plantel.
Danny, de 47 años, empezó a observar la puerta y se diocuenta de que arriba estaba sellada, pero abajo tenía “un abiertico”.
“Me llegó la idea de acostarme y halarla desde abajo. Metumbé al piso, pegué las piernas de las paredes del otro lado y me deslicé confuerza”, cuenta.
Germán y José permanecieron parados. Cuando la puertaabrió, el fuego los atrapó y se quedaron atrás.
“Yo tuve que acostarme para abrir la puerta, pero ellos sequedaron parados. La habitación estaba cargada de oxígeno, entonces cuando elfuego salió a presión, los quemó. El fuego siguió para adelante, paraarriba... A mí sólo se me quemó la cabeza y los brazos”, describe.
Danny siguió escabulléndose, agachado, entrando y saliendode los estudios rápidamente hasta encontrarse con las escaleras que daban alprimer piso. “Eso estaba inundado y yo cogí para el otro cuarto y de ese medevolví y entonces vi una brecha y volví y me acosté hasta que pude salir alas escaleras”, testifica.
Al cabo de unos minutos, salió detrás Germán, sin embargo,su cuerpo estaba casi completamente calcinado. José se quedó en los escombros.“Yo llegué a mi casa, me unté clara de huevo y vainilla. No esperé que llegarael 9-1-1 ni nada. Yo mismo me fui al hospital Central y luego me llevaron enuna ambulancia al Ney Arias Lora”, dice.
La Yuca está de luto
Al día siguiente, todavía se podía sentir el olor a quemado producto del humoy las llamas que por poco consumen completamente el edifico del Canal Del Sol.
Al edificio lo envolvía un gran silencio, mucha tensión. Lomismo se sintió en el barrio de La Yuca.
Elizabeth, residente en el lugar, expresó con nostalgia ytristeza que “La Yuca estaba de luto por las pérdidas que tuvieron, que eranpersonas del mismo sitio”, además, dijo que fue un momento muy dramático y demucho pánico.
“Yo estaba vendiendo mi fritura y cuando vi ese fuegoempecé a vocearle a los vecinos que salieran. La gente tenía miedo de queexplotaran esas dos plantas que están ahí. Si eso explotaba todo esto se iba air”, rememora.
“Esa gente voceaban que los ayuden, se estaban tirando. Elbarrio entero salió y se metieron dos muchachos a sacar gente”, añadióEnmanuel Montero.
Algunos trabajadores se encontraban realizando labores delimpieza en el canal. Se les observaba barriendo las aguas negras delsiniestro.
Además, hacían un levantamiento y trataban de recuperar losequipos tecnológicos que quedaron ilesos.
Situación de los heridos
Los dos pacientes que sufrieron quemaduras graves en el incendio y que seencuentran en el Hospital Traumatológico Doctor Ney Arias Lora se debatenentre la vida y la muerte, al presentar hasta 100% de su superficie corporalquemada.
Así lo informó el doctor Eddy Bruno, director de la Unidadde Quemados del referido centro médico.
El joven de 22 años, Kelvin Bryan Castillo, tiene un 100%de su superficie corporal quemada; así como también presenta lesionesprofundas de segundo y tercer grado.
Mientras que Germán Rodríguez de 56 años, presenta un 75%de quemaduras por flama, de segundo y tercer grado en cara, cuello, miembrossuperiores y ambas piernas.
Tiene una lesión inhalatoria y está bajo ventilaciónmecánica. Se le suma el componente de que es un paciente con hipertensión y condiabetes, aseguró el doctor Bruno.
“Están en ventilación mecánica, con una probable disfunciónrenal porque son pacientes oligúricos, es decir, que están orinado muy poco(uno de los signos precoces que sugieren que la condición general delpaciente está deteriorándose) lo que nos imposibilita la hidratación y esoimpide su evolución”, dijo el especialista en caumatología.
Mientras que el tercero de los pacientes, Danny fue dado dealta al presentar quemaduras en un 10% de su cuerpo.
El incendio en el canal de televisión ha dejado un saldo dedos personas fallecidas hasta el momento y tres heridos.
SEPA MÁS
Estaba ´pintando.
Una de las víctimas, que falleció en el incendio del pasado martes en el Canaldel Sol en el ensanche Naco, fue identificad como José del Carmen Reyes, de 77años, quien estaba pintando el edificio.
La prevención.
El director de la Unidad de Quemados del el Hospital Traumatológico Doctor NeyArias Lora recomendó a las empresas crear planes de prevención y realizar simulacrospara evitar víctimas. “No tenemos prevención ni políticas para prevenir, nieducación del ciudadano de qué deben hacer cuando una persona se quema”,expresó el facultativo.
Apoyo psicológico.
Familiares de pacientes con graves quemaduras en su cuerpo se encontraban en elDepartamento de Psicología del centro, recibiendo apoyo y preparación conespecialistas.