Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Palacio Nacional, el jefe de Estado reconoció que el país está viviendo momentos convulsos en su economía, y allí aseguró que necesariamente tiene que producirse un reajuste en los salarios de los trabajadores, que reflejen los niveles de inflación actual y las alzas en los artículos de primera necesidad
En la actividad, el Gobierno hizo un balance de las medidas adoptadas hasta ahora para mitigar las alzas, como el subsidio a los combustibles, que la pasada semana, representó alrededor de 300 millones de pesos para Estado.
El mandatario reiteró que, en este momento, el país no puede avocarse a una reforma fiscal, tras manifestar que al Gobierno le han tocado todas las crisis.
A pesar de la crisis, el gobernante aseguró que la pobreza se ha incrementado sólo en un 2 por ciento, y estimó que para finales de este año, la cifra habrá disminuido.