En el área de recepción y algunos departamentos del órgano rector de control externo de los recursos públicos no se observaba más que la presencia de pocos servidores públicos que llevaban sus declaraciones juradas.
A los pasillos del organismo, daban vida empleados que salían a las afueras de la Cámara de Cuentas para comprar algo que comer y retornaban a sus labores.
Tampoco reinaba aquí la presencia de mucha prensa o de vehículos lujosos y funcionarios. Lo que más prevalecía era la calma, mientras que por momentos dos o tres empleados hablaban entre ellos en la entrada de la Cámara.
Salida
A las 10:36 de la mañana, el presidente saliente, Hugo Francisco Álvarez Pérez, de 68 años, salió al lobby y saludó con el puño cerrado a todas las pocas personas que se encontraban allí. Luego, se dirigió a la Oficina de Libre Acceso a la Información Pública, donde continuó compartiendo con los colaboradores y así, pasó también por el departamento de Declaraciones Juradas.