Los occisos fueron identificados como Elcilio Aquino Ogando de 57 años de edad y Juan Bautista Encarnación, quienes se encontraban enterrados a una profundidad de 6 pies bajo tierra en la referida mina.

Los hombres trabajaban en dicho lugar, siendo encontrados en el mismo los equipos de labor.

Las víctimas fallecieron a causa de múltiples heridas de bala, las cuales según sus familiares fueron ocasionadas por el nombrado Dionicio Ogando Vicente (Chijo) de 29 años, primo de Elcilio, con quien habría tenido una disputa en por motivos de una supuesta herencia.

«Chijo» fue apresado mediante orden de arresto, mientras que los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de la ciudad de Azua, para fines correspondientes.