Jadé González tuvo que ser intervenida quirúrgicamente varias veces, ya que las heridas que recibió de parte de su exconcubino Aderson Herrera (Papoloko) les perforaron varios órganos e inclusive y se le lesionó la columna vertebral.
Tras herir a la menor, Herrera huyó y luego envió varios mensajes grabados en los que advierte a las autoridades policiales que no se va a entregar y que está fuertemente armado.
Familiares de la hoy occisa confirmaron que mientras ésta estuvo con el expolicial, recibía constantes agresiones verbales y físicas. No tuvieron hijos. El homicida sigue prófugo.