Se trata de Negro Sánchez de la Cruz, quien habría ultimado a García Sánchez el pasado martes en horas de la noche, cuando ésta regresaba a su casa del trabajo junto a dos hijos de 13 y 10 años, donde esta le suplicara que no lo hiciera.
Uno de los niños explicó a las autoridades que cuando llegaron a la casa, alguien había quitado los bombillos, pero no notaron nada anormal.
Revelaron que el problema comenzó cuando el homicida lanzó heces fecales en la puerta de la vivienda de su madre, y ésta le comunicó lo sucedido a un hermano, quien le reclamó a “Negro”.
El menor dijo que su madre y su hermano habían pensado que no habría más problemas y que todo había quedado ahí.