SAN CRISTÓBAL. “El señor lo decidió así y así será”, decía en busca de consuelo Juan David Almonte, hermano del cabo Roberto Ramírez Almonte, de 29 años, quien de acuerdo a un informe preliminar de la Policía Nacional murió al recibir un disparo de pistola en el pecho mientras realizaba un entrenamiento sobre el manejo de armas en la Escuela de Entrenamiento Policial de Hatilo, San Cristóbal.
El cabo, quien era el menor de cuatro hermanos, fue sepultado en el día de ayer durante un funeral en el que el director de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte acompañó a los familiares por espacio de dos horas hasta la sepultura que tuvo lugar en el cementerio de Quita Sueño, lugar de donde era oriundo el fallecido.
Alrededor de las 11: 00 de la mañana del sábado, el mayor general Batista hizo presencia en la casa de los padres del cabo Almonte Ramírez, donde se realizó el funeral, ubicada en el sector Las Lagunas de Quita Sueño.
El fallecido procreó con Merquenia Torres dos hijas, una que tiene dos años de edad y la segunda apenas meses. La viuda recibió una Bandera Nacional de manos de un oficial durante las honras fúnebres previo a la sepultura.
“No lo esperábamos, fue un golpe de repente. Pero era un muchacho lleno de vida, joven, serio y trabajador”, describió Juan David a su hermano menor.
En la comunidad de Quita Sueño varios de los vecinos expresaron su impacto con la muerte repentina del cabo Almonte Ramírez, a quien definieron como un joven ejemplar y que le gustaba practicar el béisbol en sus ratos libres.
De acuerdo al informe de la Policía Nacional, al momento de su muerte, “el cabo Almonte Ramírez instruía a la conscripta María Ámbar Abad Mercedes, de 23 años, sobre cómo desarmar y armar una pistola Taurus, calibre nueve milímetros. Esa pistola era el arma de reglamento del cabo fallecido, quien le había ordenado manipularla para que mejorara sus conocimientos sobre el manejo de la misma”.
El director de la Policía Nacional aseguró que el proceso de investigación se ha realizado de manera tal que se pudiera “demostrar una transparencia total en el proceso” que certifique la hipótesis de un accidente.
“Tenemos un protocolo de actuación y accidentes generalmente solo ocurren cuando hay alguna violación del protocolo”, declaró el mayor general Bautista Almonte, junto a los familiares.
Asimismo indicó que el último evento similar que ocurrió en la Escuela de Entrenamiento Policial de Hatillo fue en 1986.
Al lamentar la muerte del cabo Almonte Ramírez, el director de la Policía Nacional dio garantías de que la institución asistirá tanto a la esposa del fallecido como a las dos hijas que procrearon.
La Policía informó que la agente Abad Mercedes permanece detenida para fines de investigación.
(Fuente: El Diario Libre)