Los enardecidos comunitarios procedían a quemar al otro delincuente, cuando la policía se apersonó, evitando el acto. Hasta el momento ninguno ha sido identificado.
El comerciante muerto, dueño de bancas Móvilcatel era muy querido en la zona, ya que según sus moradores, este siempre cooperaba con las causas más nobles y era muy sencillo.
Al lugar donde se encontraba el cuerpo calcinado, se presentaron vecinos, amigos y familiares del empresario, los cuales gritaban de indignación y vociferaban que había que hacer lo mismo con todos los ladrones, mientras que algunos dueños de negocios advirtieron de ahora en adelante en ese lugar se hará lo mismo con todos los antisociales.
Un momento de tensión se vivió cuando varias patrullas de la Policía y una ambulancia se acercaban al lugar donde estaba el cuerpo quemado, debido a que los comunitarios creían que la policía llevaban al otro supuesto delincuente muerto, y estos hacían intentos de quitárselos a la policía para también quemarlo.
La policía uso una estrategia y lo sacó por otro lado para evitar que lo quemaran.