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En la vivienda fueron hallados los cuerpos de Reyna Isabel González y los de sus hijos de seis, nueve y diez años, quienes habrían sido asesinados el pasado domingo por Víctor Alexander Portorreal, de manera sanguinaria.
No fue hasta el jueves que la fetidez, por la descomposición de los cuerpos, alertó a los vecinos de la pareja de que algo pasaba en la casa ubicada en un segundo nivel y llamaron a la Policía Nacional, que junto con miembros del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) procedieron de inmediato con el levantamiento de los cadáveres.
Sin embargo, al mediodía de este sábado todo continuaba igual en la vivienda que está abierta sin ningún tipo de restricción, y en su interior mantiene residuos de sangre, sin que su dueña la pueda limpiar porque supuestamente las autoridades policiales se lo impiden.
Según denuncian los lugareños, cada vez que sopla la brisa el hedor se expande y algunos residentes han tenido que salir a dormir o cocinar a otras partes.
“Queremos que Salud Pública venga a hacer algo. Hay muchos niños en este callejón y pueden enfermarse por cualquier bacteria, porque fueron cadáveres lo que sacaron de ahí”, dijo Simona Acosta, una de las señoras que vive en el vecindario.
Otros también respaldaron lo dicho por Simona y llamaron a las autoridades a tomar cartas en el asunto y evitar brotes de enfermedades.
Dentro de la vivienda permanece un desorden de ropas manchadas de sangre, además de juguetes que evidencian que en la pequeña casa de dos habitaciones en algún momento vivieron niños.
Víctor Alexander Portorreal está detenido en la Policía Nacional a espera de que depositen la solicitud de medida de coerción en su contra, por el asesinato de su pareja y de sus hijastros.
(Fuente: El Diario Libre)