Oficiosamente ha trascendido que por la fuga de Quirinito se habrían pagado RD$40 millones en sobornos, y que incluso hay amenazas para cualquiera de los beneficiarios que hable.
“Prefiero ir a la cárcel antes que ponerme yo y mi familia en peligro”, habría dicho uno de los funcionarios suspendido por participar en el proceso de evasión, y por cuyo trabajo recibió $40,000, revelaron las fuentes oficiosas a Hoy.
Se recuerda que por el caso Quirinito están suspendidos en sus funciones el médico legista Orlando Herrera Robles; los procuradores Felipe Restituyo y José Calazán; los jueces de ejecución de la Pena de Duarte, Aleyda Jiménez, y de San Cristóbal, Willy de Jesús; y Franklin Ortega, encargado de supervisión del medio libre del Centro de Corrección de Vista al Valle.
Esposa de luto. Recluida en su hogar, Jennifer Domínguez Hernández no solamente guarda luto y sostiene que su esposo está muerto, sino que también insiste en hacer mutis cuando se le pregunta el destino de su cadáver o cenizas.
“Las autoridades están en sus pesquisas, no tenemos respuestas, pero nosotros como familia ya fijamos una posición: él está muerto y, lastimosamente, es un tema muy sensible para la toda la familia como usted comprenderá”.
Así respondió Elizabeth Ramírez, la asistente de Domínguez Hernández, quien dijo estar autorizada para responder las preguntas que Hoy quiso hacerle a su patrona.
Sin embargo, dijo no tener respuesta cuando se le preguntó si la esposa de Quirinito había sido vuelta a requerir por el Ministerio Público para hablar sobre el caso.
En torno a su condición de salud, Ramírez dijo que Domínguez Hernández continúa bajo tratamiento médico, pero no especificó de qué tipo.
El pasado 20 de octubre la esposa de Quirinito fue ingresada en un centro médico por sufrir una crisis de salud mental, según certificó el psiquiatra Jarvis Hazim, quien diez días después dijo que la paciente había superado la crisis.
(Hoy)