Un informe de la Gerencia de Inteligencia Aduanera, el Rayo Mcqueen, nombre de la embarcación, trajo el cargamento de gasoil simulando que venía en lastre, es decir, sin carga de importación sustentada en un acta de autorización del lugar de donde zarpó, emitida por la autoridad marítima del país de procedencia de dicho buque.
La DGA había recibido información de los organismos de inteligencia nacionales e internacionales, que daban cuenta del movimiento irregular de esta embarcación en las proximidades de la costa norte de la República Dominicana, específicamente en la cercanía de Puerto Plata.
Por el contrabando fueron sometidos a la justicia con un expediente de carácter penal, los hondureños Heri Omar Erazo y Joel William Cooper, ambos capitán y jefe de máquina del citado barco. Contra ellos un juzgado de instrucción de Montecristi dictó medidas de coerción consistentes en garantía económica de RD$15 mil pesos en efectivo y presentación periódica.
La Dirección General de Aduanas precisó que, con posterioridad a las informaciones ofrecidas en la que falsamente se aducía que la embarcación venía en lastre (sin carga registrada), se hizo otro intento para declarar el cargamento de combustible a nombre de dos empresas, las que de acuerdo con las autoridades que regulan el sector de hidrocarburos en el país, no están autorizadas para importar carburantes.
Destaca Aduanas que técnicos de Capitanía de Puertos de la Armada inspeccionaron la embarcación y determinaron que no cuenta con la habilitación y especificaciones técnicas para el transporte de hidrocarburos y, en consecuencia, tampoco con el certificado IOPP (International Oil Polution Prevention), que emite la Comisión Internacional para la Prevención de Contaminación por los Barcos (MARPOL), con lo cual queda demostrado y evidenciado que se trataba de un buque que se dedica al transporte irregular de combustible desde países vecinos, para introducirlo de contrabando a través de las costas dominicanas.
La detención del Rayo Mcqueen y su tripulación de mando se produjo el pasado 23 de diciembre de 2017, en coordinación con el Ministerio de Defensa, la Armada dominicana, el Ministerio Público y la Administración de Aduanas en el Puerto de Manzanillo.
Tanto la embarcación como su carga fueron entregadas por orden judicial a la Armada Dominicana y el sábado 06 de enero se procedió a su traslado, bajo custodia de oficiales navales de esta institución, hasta la Base Naval de Sans Souci, en Santo Domingo. Con efectividad al 10 de enero se concluyó la descarga del combustible.
En este caso, el barco retenido seguirá la suerte que se define para violaciones de esta naturaleza, como establece la Ley para el Régimen de las Aduanas y sus modificaciones, específicamente en su artículo 200, literales a, b y c, que consigna su comiso por parte de las autoridades de la Dirección General de Aduanas.
Igualmente, Aduanas y autoridades de la seguridad marítima, militar y sus órganos de inteligencia, así como el Ministerio Público, advirtieron que no permitirán que se utilicen, las costas, embarcaderos y cualquier otro lugar de acceso marítimo, para el tráfico irregular de combustibles u otras mercancías. “Advertimos que todas aquellas personas o entidades comerciales que intenten o se dediquen a esta práctica, serán sancionados conforme a lo que establecen las legislaciones vigentes, como ha ocurrido en esta oportunidad y otros casos precedentes”.
La DGA informó que se mantiene la alerta y vigilancia en todos los puertos y costas del país de las embarcaciones que se dedican a estas acciones delictivas, a través de la simulación u otras formas para tratar de evadir el control de las autoridades aduaneras.
(Fuente: El Nuevo Diario)