Llamó a fortalecer el sistema de justicia para evitar que los delincuentes se sigan burlando de ella.
“Creo que la corrupción comienza con la reelección.
Yo apoyaría una democracia en la cual se le ponga termino a los cargos electos y que un diputado, un senador, un alcalde no puedan pasar de dos periodos, por más dinero que tenga, porque la Constitución no se lo permita, ya que cae en la injusticia, en abusos y corrupción”, dijo el pastor evangélico.
Así se expresó en el sermón de ayer en la 54va. concentración evangélica de La Batalla de la Fe, bajo el tema “Modelo falso”, que inició luego de la lectura de la Biblia en el libro Primera de Samuel, capítulo 12.
Molina dijo que la situación que vive la justicia es porque hay unos códigos suaves y permisivos, para quienes hacen el mal.
“Ustedes saben la cantidad de delicuentes que hay en nuestras calles y que muchos policías que tratan de imponer el orden son víctimas de ellos. A un policía que está simplemente paseando en el parque con sus hijos, le dan un tiro, lo matan y le quitan la pistola para ellos seguir haciendo su trabajo, porque los delincuentes también patrullan”, expresó el predicador cristiano.
Molina agregó que cuando ese delincuente llega a los tribunales, no puede ser condenado porque el juez está bajo presión y no le permiten que actúe con libertad.
“Qué hacen los delincuentes? Se burlan de la sociedad, de la justicia, de la Policía y de todo el mundo que le da la gana, porque el que le pone la mano a un delicuente tiene problema internacional.
La Organización de las Naciones Unidas, en su departamento que tiene que ver con esta problemática, lo condena. Están matando a la gente en la calle, pero cuando el ciudadano mata a un delincuente, nadie dice nada”, precisó el líder evangélico.
Molina dijo que esa es la justicia de “nuestra” democracia del siglo 21, y aseguró que “tenemos un modelo falso en casi todas las áreas del ser humano y aquí la política no se queda atrás, pues tiene un modelo engañoso”.
Dijo que todos los políticos tienen una varita mágica con la que aseguran que van a resolver los problemas de los pobres, de la justicia, del campo, de la ciudad, eléctrico, salud y otros, pero cuando llegan al poder es otra cosa.
Democracia de billetes Manifestó que las elecciones democráticas se tratan de compra y venta de votos y cargos, y quienes ganan los puestos son los que tienen más billetes.
“El pobre, aunque sea serio, capaz e inteligente, jamás podrá llegar a determinados cargos, porque no tiene para comprar los puestos”, afirmó el pastor Molina en su sermón.
(ListinDiario)