La burocracia y el costo de emisión de los documentos que necesitan para poder ser empleado en el país representan muchas veces una traba para que los extranjeros puedan incursionar en el sistema laboral.
Conseguir algunos de los documentos que se solicitan para expedir una visa laboral en República Dominicana se hace tan difícil que muchos de los extranjeros deciden en trabajar de manera ilegal en el país, provocando que la tasa de empleos informales, que ronda el 60%, aumente cada vez más.
Según la venezolana Susana González (nombre ficticio, para proteger su identidad) que llegó al país hace un año luego de salir de Venezuela por la situación de inseguridad y el conflicto político- económico de su patria, ha tenido que realizar varios pasos para ejercer su carrera profesional.
En una entrevista para LISTÍN DIARIO, González relató que en su caso como venezolana el proceso de regularización en más de una ocasión se le ha complicado por la demora en la entrega de documentos y la vigencia de los mismos.
Comentó que el tiempo que toma regularizar el estatus migratorio depende mucho de las instituciones gubernamentales de su país y República Dominicana y la rapidez con que emitan los documentos que necesita.
“En Venezuela hay que pedir cita, que puede tardar meses, para que el gobierno te apostille un documento. A eso añade que hay papeles que no te aceptan con una antigu¨edad mayor a tres meses como, por ejemplo, el certificado de no antecedentes penales que debe estar expedido, en mi caso, en Venezuela, y apostillado”, dijo.
Sostuvo que uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los extranjeros es que cuando les entregan el documento solicitado ya está prácticamente vencido.
Explicó que los documentos que les piden en el país para poder trabajar son los siguientes: acta de nacimiento, certificado de no antecedentes penales, un certificado médico expedido por un médico de su país, documentos que demuestren experiencia o valor académico, un contrato de trabajo registrado en el Ministerio de Trabajo, certificado de que la empresa está registrada en el Sistema de Registros Laborales (Sirla) y lo que consideró como más difícil, que el dueño de la empresa entregue una carta notariada y legalizada ante la Procuraduría en la que se compromete a correr con todos los gastos del empleado, incluso si lo deportan.
“Es una especie de filtro que ha obligado a muchos paisanos que conozco a quedarse trabajando ilegalmente porque es muy difícil comprometer a alguien que no te conoce a semejante compromiso legal”, expresó.
Indicó que luego de tener todos esos requisitos hay que depositarlos en el consulado dominicano en su país de origen el cual tramita los documentos de cinco a diez días laborales.
Como es evidente, realizar y tener a mano todos estos documentos representa un costo.
Para tener una estimación González planteó su situación y el presupuesto que ha tenido que destinar a su regularización.
Alrededor de US$735 ha tenido que pagar para este proceso, unos RD$34,912.
“Tuve que pagar en tasas en el consulado dominicano US$150.
También tuve que pagar la notaría para uno de los documentos, que fueron 80 dólares, más la póliza por repatriación que cuesta US$115 dólares. Además, en Migraciones tengo que pagar más tasas, que son unos RD$14,500.
A todo eso, se suma el pasaje a Venezuela, que está como en US$200”, refirió.
Susana Gonzále z consideró que dada la si tuación en Venezuela, sería justo que se hiciera más ligero el proceso para regularizarse y poder trabajar de manera legal en República Dominicana.
(ListinDiario)