De acuerdo a lo expresado por los propios apagafuegos renunciantes, sus salidas del organismo se deben a los bajos salarios y la falta de condiciones laborales.
Asimismo, colgaron sus hábitos por la carga de trabajo que dicen les han asignado, por los mismos RD$5,500 que en los últimos años han cobrado, con la puesta en funcionamiento en esta ciudad del Sistema Nacional de Atención de Emergencia 9-1-1.
“Yo pensaba que con el 9-1-1 nos iban a mejorar las condiciones, pero lo único que nos han dado es más trabajo”, señaló uno de los bomberos renunciantes, quien prefirió declarar bajo el anonimato “para que en un futuro no me cierren las puertas de una institución del Gobierno”.
El intendente del Cuerpo de Bomberos, coronel Alexis Moscat, tras lamentar la renuncia de 20 de los 80 hombres que dirige, informó que actualmente trabaja en la formación de 25 jóvenes que formarían parte de esa institución.
“Nosotros estamos ahora mismo reclutando unas 25 personas para poder ir llenando el espacio de esos bomberos que se han retirado”, refirió.
Dijo esperar que esos reclutados estén listos para ofrecer servicios en dos semanas.
No obstante, consideró que ese organismo necesita entre 190 a 200 hombres para poder dar una asistencia eficiente.
“Dado la cantidad de habitantes que tiene Santiago, esa es la cantidad de bomberos que entendemos debemos tener”, expresó el coronel Moscat.
A esas renuncias se suma la cancelación de 28 miembros del Cuerpo de Bomberos que dispuso el alcalde Abel Martínez cuando asumió el Gobierno Municipal el 16 de agosto del año pasado.