Eso es lo que han dicho los vecinos que viven en el callejón “Gilberto Taveras Durán”, en un barrio de la capital, donde está la vivienda construida de block y techada de zinc.
Negra Durán, quien es la madre del párroco, y Rafael Taveras, hermano, se fueron llevándose consigo pocas cosas y dejando cerrada la casa, además de la barbería en donde Rafael generaba su sustento, relataron los comunitarios.
“Ellos se fueron porque en la tarde y noche (del jueves) vinieron muchos reporteros y estaban dando la dirección de esta vivienda. Ellos tuvieron miedo de que los familiares del muchacho, de quien dicen que el padre mató, vengan y le hagan algún daño”, expresó una mujer que vive justo al lado de los familiares del sacerdote.
Una familia respetada
La familia Taveras Durán era conocida y respetada. Lo describen como gente de bien y al sacerdote en particular, lo consideraban el ejemplo de sus 12 hermanos, ya que desde pequeño fue una persona obediente.
“Eso todavía no lo creemos. Ellos siempre han sido buena gente, tanto así que este callejón lleva el nombre de uno de los hermanos que murió electrocutado cuando tenía como 20 años”, expresó una señora en el lugar.
La noche del jueves, antes de que los parientes del sacerdote abandonaran la casa, el periodista Francisco Medrano Pérez, de la televisora NCDN, logró conversar con algunos de ellos.
“Elvin es el orgullo de nuestra familia, de seis varones, es el orgullo de nuestra familia, un espejo radiante donde uno se puede mirar. Hoy me siento consternada, totalmente consternada con ver que me quieren poner ese espejo negro, tenemos una tristeza inmensa”, expresó a NCDN, Juana Joselyn Taveras, hermana del sacerdote.
Juana Joselyn Taveras prosiguió diciendo: “Yo no lo creo, hasta que él mismo me lo confiese y que yo lo vea de ahí a ahí, como yo he conversado con él toda la vida. Hasta que no me lo diga de ahí a ahí, no creo ese hecho”.
Mientras que otra de sus hermanas, Johanny, relató que Elvin es uno de los más tranquilos de la familia, que cuando ellos estaban compartiendo, se aislaba en su habitación con la biblia y de ahí no salía. “Sin ser sacerdote, a él le decían el padrecito”.
El sacerdote está en la prisión de Najayo
El pasado jueves, Elvin Taveras Durán fue enviado a la cárcel de Najayo-Hombres, en San Cristóbal, donde estará cumpliendo un año de prisión preventiva que le impuso el juez de la Oficina de Atención Permanente de la Provincia Santo Domingo, por su vinculación al asesinato del joven de 16 años Fernelis Carrión Saviñon. El cadáver fue encontrado en un solar de carretera Guerra-Bayaguana, fue degollado y tenía varias cuchilladas en la espalda.
(Fuente: El Caribe)