Esto luego que el juez dictara medida de coerción en contra de los imputados por el caso Odebrecht.
A la salida de la sala de audiencia de la Suprema Corte de Justicia, visiblemente alterado, mientras les pedía a los custodias que lo dejaran hablar, Rondón dijo que ya tiene un año de prisión en las costillas y que si la justicia es la presión social, debieron ponerle a la Procuraduría presión social.
Insistió en que no hay pruebas y que así lo ha manifestado.
Rondón llegó a gritar una palabra impublicable ante la insistencia de la seguridad para que entrara al vehículo en que sería transportable.
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