MP: Red dominicana movía fondos del narcotráfico europeo mediante transferencias y criptomonedas
La estructura criminal seguía las órdenes del ciudadano serbio Antun Mrdeza, conocido como Nikolas Boros

El Ministerio Público presentó una solicitud de medida de coerción contra Daniela Sthefany Amancio Olaverría, Rafael Torres Díaz, Wilson Rafael Severino Inirio y Néstor Julio Rodríguez Robles, acusados de integrar una estructura criminal dedicada al lavado de activos provenientes del narcotráfico internacional, bajo las órdenes del ciudadano serbio Antun Mrdeza, conocido como Nikolas Boros.

De acuerdo con la acusación, la red dominicana funcionaba como una célula financiera dentro de una organización transnacional dirigida por Boros, quien operaba desde Sudamérica y mantenía vínculos con estructuras de narcotráfico europeas, particularmente con la mafia italiana La ´Ndrangheta.

El Ministerio Público sostiene que los imputados locales se encargaban de recibir, ocultar y transferir dinero proveniente del tráfico internacional de drogas, utilizando entidades financieras dominicanas y plataformas digitales.

Esquema de lavado de activos

El expediente detalla que el grupo utilizaba un esquema dividido en varias fases: colocación, estratificación y reintegración de los fondos.

En la etapa de colocación, los imputados recibían grandes sumas de dinero en efectivo procedentes del narcotráfico internacional. Estas cantidades eran fraccionadas en montos menores y depositadas en distintas sucursales bancarias del país, a nombre de los acusados o de terceros reclutados para ese propósito.

 La maniobra —identificada como pitufeo— tenía el objetivo de evitar que los movimientos despertaran alertas automáticas del sistema bancario y de las unidades de cumplimiento antilavado.

Posteriormente, los fondos eran transferidos electrónicamente a cuentas en el extranjero, principalmente en España, Italia y Colombia, donde otras personas asociadas a Boros completaban el circuito de blanqueo. En algunos casos, los recursos eran convertidos en criptomonedas mediante plataformas digitales con sedes fuera de la República Dominicana.

Durante la fase de estratificación, los acusados realizaban transferencias sucesivas entre cuentas locales y extranjeras para dificultar el rastreo del dinero. Según la investigación, el grupo usaba aplicaciones encriptadas y direcciones IP enmascaradas para comunicarse y realizar operaciones financieras sin ser detectado.

En la fase final, de reintegración, el dinero era utilizado para la adquisición de bienes de lujo y propiedades inmobiliarias. En este punto, el Ministerio Público destaca la compra de una villa valorada en 820,000 dólares, ubicada en territorio dominicano, a nombre de la ciudadana rumana Mioara Sanda Burcina, pareja sentimental de Nikolas Boros.

Vínculo con Nikolas Boros

El documento judicial describe a Boros como líder de una red de narcotráfico y lavado de activos con presencia en Europa, América del Sur y el Caribe.

Según los registros de Europol y la DEA, Boros fue detenido en Colombia bajo cargos de narcotráfico y lavado de dinero. Usaba documentos falsos con nacionalidad italiana y mantenía vínculos con el empresario italiano Pietro Fotia, acusado en Italia de liderar una organización que traficaba cocaína y heroína hacia Europa desde América Latina.

Las autoridades dominicanas sostienen que la estructura operaba de manera paralela en varios países, y que los imputados locales facilitaban la circulación de los recursos ilícitos en el sistema financiero nacional mediante transacciones aparentemente legítimas.

Roles de los acusados

El Ministerio Público atribuye responsabilidades específicas a cada miembro del grupo:

Daniela Sthefany Amancio Olaverría: permitía el uso de su residencia para almacenar dinero, documentos y equipos electrónicos empleados en la operación. También realizaba depósitos bancarios y mantenía contacto con otros miembros de la red.

Wilson Rafael Severino Inirio (alias "El Flaco"): coordinaba el movimiento del dinero dentro y fuera del país. Era el enlace entre los operadores locales y los contactos internacionales vinculados a Boros.

Rafael Torres Díaz: participaba en el transporte físico de dinero y en la apertura de cuentas bancarias a nombre de terceros, conocidas como "mulas financieras".

Néstor Julio Rodríguez Robles: gestionaba las transferencias electrónicas y colaboraba en la ocultación de los fondos mediante operaciones sucesivas.

Transferencias y operaciones internacionales

La investigación financiera permitió rastrear transferencias electrónicas entre cuentas dominicanas y extranjeras relacionadas con la red. Estas operaciones incluían movimientos hacia España, Italia y Colombia, donde los fondos eran administrados por socios de Boros.

 Los fiscales establecieron que los acusados dominicanos realizaron depósitos fraccionados superiores a tres millones de pesos en total, aunque el monto global del esquema se mantiene en investigación debido a la magnitud de las transacciones.

Los peritajes realizados a los teléfonos móviles y equipos electrónicos ocupados durante los allanamientos revelaron comunicaciones cifradas con números internacionales, listas de transferencias y contraseñas asociadas a billeteras digitales.

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Escrito Por Redaccion
Monday, October 20, 2025
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