“Son diez meses que tiene mi hija que fue violada y asesinada y esta fiscalía no me da respuesta...ustedes creen que fue fácil para mi sacar el cuerpo de mi hija y traerlo hasta aquí”, exclamó la señora Mildred Correa.
“Yo estoy impotente porque la fiscalía lo que vive es mareándome y yo estoy impotente, si quieren que me maten, que ya yo estoy muerta desde hace diez meses”.
La señora llegó al lugar con la osamenta de su hija Yeira Encarnación, de dentro de una bolsa plástica, y la esparció los huesos en la recepción del tribunal.
La señora Correa fue detenida por agentes de la Policía, y los restos fueron recogidos por miembros de la Defensa Civil y colocados en bolsas nuevamente.