La joven fue trasladada al hospital municipal Dr. Leopoldo Pou por sus familiares, quienes alertaron sobre su dificultad para respirar.
Según el diagnóstico médico, la adolescente presentaba una obstrucción pulmonar que complicó su estado de salud, resultando en un paro respiratorio.
Vecinos y conocidos de la comunidad informaron que la adolescente era consumidora de hookah y vape, y se especula que el uso de estos productos pudo contribuir a su deterioro pulmonar.
A solicitud de la familia y con la autorización del Ministerio Público, el cuerpo fue llevado a su residencia para proceder con los servicios funerarios y darle cristiana sepultura.