A pesar de haber asegurado su futuro económico gracias al béisbol, Batista ha decidido superarse en el ámbito académico, algo poco común entre los ex peloteros dominicanos, quienes a menudo alcanzan fama y fortuna a una edad muy temprana, y en su mayoría, provienen de entornos muy humildes.

El ex abridor expresó con orgullo su decisión de estudiar en la Primada de América, destacando la reputación de la UASD en la formación en derecho. “Para mí, era un orgullo estudiar en la UASD. Es nuestra primera universidad y un patrimonio de nuestro país”, afirmó Batista.

En ese sentido, agregó: “A pesar de que he ayudado a familiares a estudiar en otras instituciones, yo quería hacer mi maestría en la academia estatal porque para mí era un honor”.

También subrayó la importancia de la educación accesible en la República Dominicana, resaltando que no todos los países cuentan con universidades donde la educación secundaria, de grado y posgrado es gratuita o asequible. Por ello, calificó a la UASD como una «esperanza viva» para muchos dominicanos, ya que sigue ofreciendo oportunidades educativas para todos.

Durante la ceremonia, Batista aprovechó la ocasión para enviar un mensaje a los jóvenes peloteros, recordándoles que, aunque el béisbol puede brindar fama y fortuna, es crucial pensar en el futuro más allá del deporte. “Los privilegios del béisbol se acaban, pero el conocimiento y la preparación académica son lo único que te puede acompañar toda la vida”, aconsejó. “La pelota no es para siempre; algún día tendrás que ser un ciudadano normal, y la educación es lo que te va a preparar para ese día”.

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Miguel Batista sigue siendo un ejemplo de cómo la disciplina y la determinación pueden llevar al éxito tanto dentro como fuera del terreno de juego. Su reciente logro académico es una prueba de que nunca es tarde para seguir aprendiendo y superándose, inspirando a una nueva generación de atletas y ciudadanos a valorar la educación como una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional.

Batista fue clave en la victoria de los Diamondbacks de Arizona sobre los Yankees en la Serie Mundial del 2001 y jugó 18 temporadas en las Grandes Ligas con varios equipos, entre ellos Piratas de Pittsburgh, Marlins de la Florida, Expos de Montreal, Blue Jays de Toronto, Marineros de Seattle, Bravos de Atlanta, entre otros.