De acuerdo con el estudio sobre las condiciones del inicio del año escolar 2023-2024, que expuso la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ante el Listín Diario, existen diez medidores, cuantificados desde agosto hasta finales del mes de octubre, que involucran a los docentes, a los estudiantes y a la gestión de las escuelas, que poseen números en negativo al hablar sobre los atributos de la educación.
Entre los principales hallazgos está la escasez de cupo al inicio del año escolar, la falta de personal docente, las deplorables condiciones de las infraestructuras.
Asimismo, falta de mobiliario, equipamiento y mantenimiento de las mismas; la no disponibilidad de los registros de grado en los tiempos correctos, la provisión inadecuada de los libros de texto y la mala implementación del sistema de alimentación escolar, forman parte de las críticas repetidas que los maestros realizan para este período que está camino a cerrar ciclo.
Infraestructura escolar
Por lo que expresaron los miembros de la ADP presentes en un desayuno con el director del Listín, Miguel Franjul, está científicamente comprobado que se necesita el cumplimiento de ciertas condiciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje para obtener resultados diferentes a los que cada año son reprendidos por las bajas calificaciones que sacan los estudiantes.
Según Eduardo Hidalgo, presidente del gremio de maestros; Juan Valdez, director del Observatorio Educativo Profesor Rafael Santos; Sixto Gabin, secretario de Educación Superior, Ciencia y Tecnología; y Marcos Cadet, asesor de comunicación estratégica de la ADP; el estado en el que se encuentran los diferentes planteles educativos es uno de los principales propiciadores de los efectos negativos en la educación dominicana.
“Uno de los hallazgos de este estudio sobre el inicio del año escolar 2023-2024, es que las condiciones infraestructurales de la mayoría de las escuelas públicas dominicanas, no garantizan la generación de situaciones significativas de aprendizaje ni de condiciones conducentes al aprendizaje”, expresó Juan Valdez en su exposición.
Agregó que este trabajo evidencia que, “en estos momentos, no existen en las escuelas públicas las condiciones infraestructurales, de convivencia y medioambientales que requiere el diseño curricular dominicano para el desarrollo de las competencias fundamentales y específicas que se aspira lograr en nuestros estudiantes.
Las explicaciones del maestro para sostener estos planteamientos de la investigación, indicaron que, a pesar de que las autoridades del Ministerio de Educación (Minerd) prometieron públicamente a toda la comunidad educativa que se podía sentir confiada porque todo estaría listo para el inicio del año escolar 2023-2024, hasta finales de octubre, cuando concluyó el estudio de campo, el 31% de los centros educativos públicos no había recibido el mantenimiento necesario.
A este dato se sumaría en el 24% de los centros en los que sí se habían realizado los trabajos de cuidado, fue después de que los estudiantes retornaron a las clases; que el 28% de los mismos aún no recibe agua de la llave en las áreas comunes, como inodoros, lavamanos, cocina y áreas de limpieza.
Con respecto a la falta de aulas, a las que el Minerd se ha referido en más de una ocasión, al señalar que para su subsanación no solo se ha trabajado para inaugurar cientos de escuelas que quedaban sin terminar del gobierno pasado, sino que han sido alquiladas unas “cuatrocientas aulas móviles”, a las que ADP llama aulas ensamblables, la entidad magisterial sostiene que aún se requieren unas 6,000 para las que no se han realizado los esfuerzos suficientes, sobre todo desde una gestión que tiene en su mano el poder de gasto de un 4% del producto interno bruto (PIB).
Estadísticamente, el 15% de las aulas habilitadas en los planteles de educación pública son en espacios improvisados, como salones de actos, comedores, bibliotecas y cocinas de las que ahora carecen las propias escuelas.
Para avalar estos mismos números, el Observatorio Educativo de la ADP afirmó que el 42% de las escuelas no tiene una biblioteca, 65% no cuenta con un salón para profesores, 74% no tiene un salón multiuso, el 31% carece de una cancha deportiva; y sólo el 43% tiene un patio en buenas condiciones ambientales y buen espacio para receso.
Mobiliario
“Es importantísimo, en un país como el nuestro, señalar que solo el 32% de las escuelas tiene abanicos en buen estado y el 14% no tiene”, manifestó Valdez, quien refirió haber realizado un estudio sobre cómo afecta la sudoración al proceso de aprendizaje.
El estudio refiere que el 58% de los centros educativos tiene un déficit de butacas en las aulas, en lo que destaca que sólo el 38% de las sillas que están en utilidad, se encuentran en buen estado.
En lo que a las pizarras se refiere, el 60% está en condiciones cuestionables, el 73% de los escritorios de los docentes no se encuentra en buen estado y el 86% de las computadoras, que se encuentran en las áreas administrativas, no funciona bien.