Según detalla la investigación luego de matarlos a palos, los cuerpos ardieron en fuego durante cuatro días. Luego los dispersados en diferentes lugares de la finca. Por ello, al hallarse sus restos, apenas eran cenizas y partes de huesos calcinados que se introdujeron en un saco.

Según familiares desde el pasado jueves se acercaron al destacamento policial de la zona para denunciar la desaparición de su pariente, pero allí se negaron en dos ocasiones a recibirla bajo el alegato de que la misma debía ser interpuesta por sus hijos o un pariente más cercano.

Dicen los familiares que el viernes, un días después de que en la Policía se negaron dos veces a recibir la denuncia, ellos en su vehículo acompañaron a los agentes y apresaron al asesino Juan Alberto Perdomo Vargas, mientras compartía con varias personas en la comunidad de Estero Hondo y conduciéndolo a la vivienda del occiso.

Fue cuando este empezó fríamente a darles detalles de ventas y a mostrar autorizaciones de venta de ganado autorizadas por el hacendado en mensajes de WhatsApp enviados desde un teléfono desconocido.

Estos claman porque este tipo de asesinatos tan despiadados se contemplen en el Código Penal para que estos criminales no puedan salir de prisión, como es posible que suceda en este caso.

“Es importante resaltar el protagonismo de los compradores y certificaciones del alcalde de las ventas realizadas ya el Dr. Eduardo Generoso Pérez muerto”, explica la fuente familiar.

En un comunicado los familiares del occiso agradecen a todo el país por la solidaridad y el seguimiento dado a  esta tragedia.