El ataque ocurrió el sábado por la mañana cerca de Fruitland, Washington. La niña se defendió mientras sus amigos huyeron corriendo.
Los adultos llegaron rápido al lugar y se encontraron con la pequeña cubierta de sangre. Otros encontraron al joven macho y lo mataron.
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Los ataques de pumas son inusuales y han causado apenas dos víctimas mortales en el último siglo en el estado de Washington, señaló Staci Lehman, vocera del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
“En este caso, esta niña no hizo nada mal“, dijo.“Ocurrió muy rápido, y no hay nada que pudiese haber hecho para evitarlo“.
Cualquiera que se encuentre en esa situación debería gritarle al animal y tratar de hacerse ver más alto que él, añadió.
Y si el felino ataca “defiéndase todo lo posible y trate de mantenerse en pie”.
“No le de la espalda. No desvíe la vista del animal“, agregó Lehman. “Y no corra“.