Las dos, Aneesa Abbas y Arooj Abbas, fueron torturadas por sus familiares para intentar hacer que cambiaran de opinión, y posteriormente fueron asesinadas.
Su caso se corresponde con un ‘crimen de honor’, una práctica que se lleva a cabo en Pakistán y otras áreas en las que se ejecuta a las mujeres que ‘deshonran’ a su familia al rechazar matrimonios concertados o desobedecer a sus mayores.
Las jóvenes se habían casado el año pasado, forzadas por su familia, y querían separarse de sus maridos, cuando fueron engañadas por su propia familia para que visitaran junto a su madre Pakistán por unos días, y poder deshacer el enlace en persona.