Los restos de Brittanee Drexel, adolescente de Nueva York desaparecida en 2009 tras viajar a Myrtle Beach, en Carolina del Sur, fueron hallados en un área boscosa en el condado de Georgetown, Carolina del Sur la semana pasada, informaron las autoridades en una conferencia de prensa este lunes.

“En la última semana, hemos confirmado que Brittanee perdió la vida de manera trágica, a manos de un criminal horrible que caminaba por nuestras calles”, indicó la agente especial a cargo del FBI, Susan Ferensic.

Un sospechoso de la desaparición de Drexel, quien al momento de su desaparición estaba de vacaciones de primavera, fue arrestado y acusado de asesinato tras el hallazgo. Fue identificado como Raymond Moody, de 62 años, informó ABC News.

Drexel fue vista por última vez la noche del 25 de abril de 2009, cuando la joven, que tenía 17 años, salía de la habitación de un amigo en el Blue Water Resort para caminar de regreso al hotel donde se hospedaba, aproximadamente a una milla y media a pie por una franja de Myrtle Brach, según la estación WHAM.

Las imágenes de vigilancias de las cámaras en 11th Avenue y Ocean Boulevard mostraron que la joven estaba a mitad de camino de su destino cuando se presume que desapareció.

Se especula que Moody enterró el cadáver de Drexel, precisó el alguacil del condado de Georgetown, Carter Weaver. Sus restos fueron encontrados a menos de 3 millas de un motel donde el sospechoso vivía al momento de la desaparición de la adolescente.

Sospechoso recibió cargos de violación, secuestro y asesinato

Actualmente Moody está detenido sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Georgetown, y se espera que sea acusado de violación, secuestro y asesinato, además de un cargo de obstrucción de la justicia por el que inicialmente fue presentado, subrayó Jimmy Richardson, abogado de los condados de Horry y Georgetown.

Las autoridades no detallaron cómo encontraron los restos de Drexel o qué investigación llevó a considerar a Moody como sospechoso. En 2012 había sido identificado como persona de interés en la desaparición, aunque no hubo evidencias suficientes para catalogarlo como sospechoso.

Entretanto, Dawn Pleckan y Chad Drexel, padres de Brittanee, pidieron privacidad durante una conferencia de prensa, y agradecieron a los investigadores y voluntarios por su labor en los últimos años.

“Esta es verdaderamente la peor pesadilla de una madre”, apuntó Pleckan. “Estoy de luto por mi hermosa hija Brittanee como lo he estado durante 13 años. Pero hoy, es agridulce. Estamos mucho más cerca del cierre de la pieza que hemos estado esperando desesperadamente”.