Uno de estos críticos es profesor y asistente epidemiólogo de Yale, Gregg Gonsalves, quien da a conocer “Tres cosas que Biden puede hacer ahora mismo para frenar el Covid y salvar vidas”, en su serie The Nation que documenta la progresión de la pandemia.

“Llevamos más de medio año en la Administración Biden. Seis meses de abandono absoluto del deber, poniendo en peligro a millones de personas en todo el mundo y obstaculizando nuestros propios esfuerzos para vencer el SARS-COV-2 en casa”, dijo.

“El presidente Biden podría ser el héroe aquí. La razón fundamental para una vacunación rápida en todo el mundo es férrea, tanto por motivos científicos como humanitarios. ¿Qué lo detiene?”, pregunta.

De acuerdo con el crítico, el mandatario puede elegir la lealtad a la industria farmacéutica en medio de una pandemia como camino más conveniente desde el punto de vista político, a pesar de ser una elección moralmente reprobatoria, o en los ciudadanos como sentido de responsabilidad e integridad hacia ellos.

En el primer punto, Gregg Gonsalves destaca la producción de vacunas y la inversión.

“Sabemos que las vacunas de ARNm, las producidas por Moderna y Pfizer, han sido notablemente efectivas y seguras, incluso contra las variantes actuales”, dijo.

“El gobierno de EE.UU, subsidió el desarrollo de vacunas de ARNm y posee parte de la propiedad intelectual crítica, incluidas las patentes de algunos de los componentes de la vacuna. La administración también tiene $10 mil millones en el Tesoro en virtud de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense que podría utilizar para fabricar vacunas en virtud de la Ley de Producción de Defensa (DPA)”, dijo enfatizando que grupos como PrEP4All, con sede en la ciudad de Nueva York, han pedido al gobierno que invoque el DPA, para que aproveche la capacidad de fabricación nacional y comience a producir vacunas de ARNm para la exportación ahora.

En segundo lugar, el experto dijo que la administración puede hacer mas de dos cosas a la vez, como apoyar la rápida ampliación de los centros de producción mientras se obtienen las dosis de vacunas que se preparan ahora en el país para la exportación.

“Una red de producción distribuida siempre será más eficaz que una sola fuente de vacunas, esta es la vía dual: ampliación inmediata con instalaciones de Estados Unidos (O Europa) a la vez que se respaldan los centros de producción de vacunas en Sudáfrica y en otras partes del Sur Global”, dijo.

Por lo que respecta a la tercer opción, el profesor dijo que Estados Unidos se encuentra sentado en muchas dosis a punto de vencerse, por lo que la oferta supera la demanda por lo menos en esta nación.

“Cualquier país que tenga dosis no utilizadas debe ponerlas a disposición de inmediato para otros países con mayor necesidad y donde la demanda está fuera de los límites. Esto no requiere fabricación adicional. Simplemente necesita la aprobación de la Casa Blanca más allá de las promesas actuales hechas hasta la fecha”, dijo.

Señaló que estas tres acciones encaminarían hacia la vacunación del mundo.