Los enfrentamientos, ocurridos en las zonas de Fontamara y Martissant, también resultaron en el incendio de numerosas casas y negocios y obligaron a miles de personas a refugiarse en otros lugares, según la OPC, un organismo de promoción y protección de los derechos humanos independiente del Estado.
Un total de 562 personas se han refugiado en una iglesia en la zona, incluyendo 69 niños, según datos ofrecidos el domingo por Protección Civil, organismo que ha distribuido agua, alimentos y kits de higiene a los desplazados.
Las autoridades no han ofrecido cifras oficiales sobre el resultado de los conflictos, que parecen haber disminuido en intensidad ayer, lo que ha permitido la reanudación del tráfico de vehículos.