Este balance a las 20:00 hora local (00:00 GMT del lunes) es de 30,526 contagios más que sábado y de 219 nuevas muertes; menos que la media del resto de días de la semana, si bien el recuento se ralentiza durante los sábados y domingos.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí que sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 33,087, más que en todo Perú, Francia o España.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos -según el mapa de la Johns Hopkins- la vecina Nueva Jersey (16,067), Texas (15,088), California (15,016) y Florida (13,296).
Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9,310), Illinois (8,686), Pensilvania (7,960) y Michigan (6,969).
En cuanto a contagios, California lidera la lista con 785,824, seguido de Texas con 709,639, mientras que el tercero es Florida con 683,754, y Nueva York cuarto con 449,900.
El balance provisional de fallecidos -199,474- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y 60,000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 258,000 fallecidos y para el 31 de diciembre los 400,000.