Septiembre es tradicionalmente un mes muy movido en la temporada ciclónica en el Atlántico, que este año además está catalogada muy activa, tanto que está cerca de desbancar a la de 2005 como la de mayor número de tormentas con nombre de la historia.
El ojo de Paulette, que golpeó en las últimas horas a Bermuda, donde centenares de personas están sin electricidad, se alejará este lunes de la isla, aunque los fuertes vientos, copiosas lluvias y la marejada ciclónica se seguirán sintiendo durante el día.
La resaca producida por Paulette afecta a las islas de Sotavento, las Antillas mayores, las Bahamas, Bermuda y la costa este de Estados Unidos.
Según el Centro Nacional de Huracanes, Paulette se encontraba unos 105 kilómetros al norte de Bermuda y se movía en dirección norte a 22 kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora que pueden todavía fortalecerse más. El patrón de trayectoria muestra a Paulette como huracán hasta el viernes próximo trazando un arco hacia el noreste sobre el Atlántico.
En cuanto a la tormenta tropical Sally, el NHC pronostica que se convertirá en huracán esta noche, antes de tocar tierra en algún punto entre Morgan City (Luisiana) y la frontera entre Mississippi y Alabama, lo que incluye la zona metropolitana de Nueva Orleans
A las 15.00 GMT estaba a cerca de 140 millas (230 km) al este-sureste de la desembocadura del Mississippi y presentaba vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora.
La tormenta se mueve hacia el oeste-noroeste a 15 kilómetros por hora y el NHC ha emitido avisos de marejada ciclónica para un tramo del litoral de Luisiana y Mississippi y otros avisos por huracán o tormenta tropical, que alcanzan estos últimos a zonas costeras de Alabama y el noroeste de Florida. A medida que sus bandas exteriores se acercan a la costa norte del Golfo de México, Sally produce marejada ciclónica, vientos de intensidad huracanada y lluvia fuerte.