Por su efervescente vida nocturna, con docenas de restaurantes, bares y lounges, el vecindario Inwood en el Alto Manhattan, es uno de los más impactados por los efectos del coronavirus.
Sus parques, habitualmente llenos de visitantes, estaban el sábado virtualmente desérticos, los evento más esperados del año como festivales de teatro, desfiles, torneos deportivos de ligas locales y el congestionado tránsito, practicaron desaparecieron a la vista de sus residentes.
Los trenes A y 1, que transportan millares de pasajeros a Inwood, vieron sus vagones con poca afluencia.
El panorama, se verificaba en Inwood, mientras el caos reinaba en los aeropuertos de Nueva York y Nueva Jersey.
Aunque todavía no se conoce específicamente de ningún dominicano que haya dado positivo, el pánico parece dominar el ambiente.
Muchos, usando las buscadas mascarillas y otros, alejándose de los demás, se mezclaban entre los escasos transeúntes que cotidianamente pueblan las calles, aceras y establecimientos comerciales.
Preguntados algunos sobre las elecciones municipales, la respuesta fue casi la misma:
“No estamos en elecciones, coronavirus, el bombardeo informático y el caos que se está viviendo en muchas zonas de Nueva York y los estados vecinos, en eso, es que estamos”, dijeron los sondeados.
“Ni siquiera les he hecho caso a los que están mandando sobre esas elecciones por las redes o lo que dicen en periódicos y televisión”, dijo la dominicana Ana Cuello, que estaba con sus hijos alrededor del parque Inwood el sábado en la tarde.
“La salud está primero que todo, tenemos que cuidarnos de que esa vaina se nos pegue a nosotros”, respondió Ramón Taveras, que trabaja en una panadería del Alto Manhattan.