Marisol Jiménez interpuso una denuncia ante la Fiscalía Auxiliar del Ministerio Público, quien según sus abogados recibe amenazas de parte de personas que se transportan en carros negros y le dicen: “te vamos a matar mujer mata chinos”.

“Todos sabemos que la asociación de Chinos de Panamá está pendiente de esta investigación, y ella tiene temor de que pueda pasarle algo. Ella está solicitando protección policial en este momento porque ella tiene tres niños. Ella tiene su familia, es licenciada en inglés. Es universitaria. No es una persona que está aquí por figurar o por ganar protagonismo. Es una persona seria que el único pecado que ha cometido es enamorarse del señor Ventura Ceballos. Y todos sabemos que el 80% de los detenidos de este país tienen sus relaciones. Es un derecho. (...)”, dijo José Félix González, abogado de Marisol.

En declaraciones al diario La Prensa de Panamá, el abogado afirmó que el pasado jueves, día en que fue recapturado Ventura Ceballos tras fugarse de una cárcel de máxima seguridad, la fiscalía allanó la vivienda de su representada.

El abogado José Félix González, representante de Marisol Jiménez, quien es la novia de Gilberto Ventura Ceballos, pide protección policial para su defendida porque teme por su vida. "El único pecado que ha cometido es enamorarse del señor Ventura Ceballos". Video Richard Bonilla.

Marisol Jiménez es oriunda de Chiriquí, ciudad donde fue recapturado el asesino, y madre de tres hijos. Asegura que no tiene nada que ver con la evasión de su pareja. “Han querido vincularme a la fuga y a mi me parece que es una forma que utilizan las autoridades para limpiar su nombre por su incapacidad ante el país”, manifestó.

La mujer tiene año y medio siendo novia del homicida. Afirma que como pareja de Ventura Ceballos tiene permisos y documentación, ya que gestionaba la visita conyugal.

El jueves 13 de febrero, las autoridades recapturaron al dominicano Gilberto Ventura Ceballos, condenado por el secuestro y asesinato de cinco jóvenes de ascendencia china, quien el lunes 3 de febrero se fugó por segunda vez de una cárcel panameña, con la presunta ayuda de policías.

Fue hallado ocultado debajo de un puente, en la comunidad El Salado, Remedios, de la provincia panameña Chiriquí, a 400 kilómetros de la cárcel de máxima seguridad donde pagaba una condena de 55 años.

Al momento del apresamiento, Gilberto, de 44 años, estaba deshidratado y lucía más delgado que hace más de 10 días cuando estaba en prisión. Portaba un celular, un radio de comunicación “que le permitía comunicarse con la persona que lo estaba ayudando”, una linterna, 700 pesos en efectivo y unos binoculares para ubicar a sus cómplices. “Sabemos que él no llegó allá solo, que él no llegó a pies, el llegó allá ayudado por personas”, afirmaron las autoridades.