El juez Mohamed Wissam Mourtada formuló el veredicto dos años después de que Dykes fuera violada y estrangulada por Tarek Samir Houwayché, un libanés de 37 años con antecedentes penales, que trabajaba como conductor registrado en la compañía de transporte estadounidense Uber.
Rebecca Dykes, de 30 años, fue hallada muerta en la región de Metn, al este de Beirut. La joven trabajaba como responsable de políticas y de programas para el departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido en el Líbano y había trabajado en Irak y Libia antes de trasladarse a la embajada británica en Beirut en enero de 2017.
Rebecca Dykes, de 30 años, fue hallada muerta en la regiónde Metn, al este de Beirut.
La joven trabajaba como responsable de políticas y deprogramas para el departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido enel Líbano y había trabajado en Irak y Libia antes de trasladarse a la embajada británicaen Beirut en enero de 2017.
Tras su muerte, las cadenas de televisión locales informaronde que la joven fue vista por última vez en un bar en el barrio beirutí deGemayze con una amiga, donde asistía a una despedida de una compañera, pero sefue temprano porque viajaba al día siguiente.
La embajada británica en el Líbano todavía no se hapronunciado al respecto de la sentencia del asesino de su empleada.
El Líbano no aplica la pena capital desde 2004, pero enocasiones puntuales continúa dictando sentencias de muerte, a pesar de lapresión de varias ONG y de la Unión Europea para que el país adopte una ley conla que se formalice la moratoria que existe en la práctica, con miras aabolirla.
Un grupo de legisladores presentó un proyectopara la abolición de la pena de muerte en 2004, pero quedó paralizado un añodespués a raíz del asesinato del entonces primer ministro, Rafic Hariri, y deotros crímenes contra personalidades políticas.