Miles de personas marcharon en el sur de París para presionar al presidente francés Emmanuel Macron, líderes mundiales en Naciones Unidas y empresas multinacionales a que reduzcan las emisiones de efecto invernadero más rápidamente.
Las manifestaciones se tornaron violentas en un momento dado, después de que docenas de personas vestidas de negro rompieron ventanas y prendieron fuego a barricadas improvisadas. La policía bloqueó calles laterales y lanzó gases lacrimógenos y porras indiscriminadamente para dispersar a las muchedumbres mientras manifestantes corrían en busca de protección.
Alrededor de Port of Dover, ajetreado puerto inglés cercano a Francia y un importante centro de transporte, activistas del grupo Extinction Rebellion lanzaron un “bloqueo” para “resaltar la vulnerabilidad de la cadena alimenticia de Gran Bretaña de cara a la emergencia climática y ecológica”. Diez personas fueron arrestadas.
Las manifestaciones del sábado ocurrieron un día después de que cientos de miles de personas mayormente jóvenes marcharon, manifestaron y protestaron en todo el mundo exigiendo acción para combatir el cambio climático. La Huelga Mundial por el Cambio Climático ocurrió el viernes como antesala a la cumbre climática de Naciones Unidas.
Macron será uno de los oradores de la cumbre de la ONU el lunes. Si bien él se ha presentado como líder de asuntos ambientales y enfrentó a su homólogo brasileño Jair Bolsonaro por los incendios en la Amazonía, activistas ambientales no están convencidos de la sinceridad de Macron.