La nueva política permite denegar el asilo a cualquier migrante en la frontera sur que no haya pedido esa protección en alguno de los países por los que haya transitado en su viaje a Estados Unidos. El miércoles en la noche, la Corte Suprema allanó el camino para que el gobierno ponga en marcha su normativa mientras prosiguen las impugnaciones judiciales.
Los migrantes que llegan por tierra a Estados Unidos desde sitios como Honduras, Guatemala y El Salvador ya no podrán pedir asilo, lo mismo que cualquier africano, asiático o sudamericano que trate de ingresar a suelo estadounidense a través de México.
“Nuestra Corte Suprema está sentenciando a la gente a muerte. Y no hay garantías, no hay instituciones que paren esta crueldad”, dijo la organización Al Otro Lado de ayuda a los migrantes en un comunicado.
Impacto en México
El gobierno mexicano describió el fallo como “impresionante”. Las repercusiones de la nueva política podrían recaer con mucha fuerza en México, porque le dejará a miles de migrantes pobres y desesperados que ya no tendrían esperanzas de ser admitidos en Estados Unidos.